Capitulo 13

1.4K 133 23
                                    

"Y que ojala y sonrias y no te culpes ni te castigues: Tu cambias vidas, pero no destinos"

"Si me ves caminar bajo la lluvia, no preguntes si estoy loca... debes saber, que camino buscando mi hogar"

CPOV

Solía estar adaptada a la rutina, es decir, la misma rutina, la de ir al baño... y hacer todo lo demás. Eso es la rutina, lo mismo de siempre.

Y nada ha cambiado, sigue siendo la misma rutina.

Pero parece que ya no estoy acostumbrada.

Me distraigo, me levanto tarde, a veces el agua caliente se acaba y sale fría y me tengo que bañar de esa manera y parece que mis huesos duelen pero de igual forma camino porque necesito seguir caminando a través de los días para encontrar mi hogar.

Chris suele buscarme para irnos al instituto y eso está bien, él bromea y yo rio y me gusta ver como su vida es tan buena y está feliz.

Mi madre no intenta acercarse demasiado, entre nosotras se ha creado una barrera fuerte, esa que selló con un candado al mostrarse satisfecha por la ida de Lauren y mi nueva seguridad en casa.

Mi padre ha golpeado a mi madre de nuevo, esta vez no he llorado. Pero si he salido, escabullido en la noche, me he quedado viendo las estrellas, luego voy a dormir en la habitación de paredes verdes y finalmente vuelvo a casa temprano, nadie nota que no he estado.

En el instituto todo va bien, como realmente bien, o como debe ser la rutina porque el instituto nunca ha ido mal, es solo un lugar donde pasar el día mientras obtengo algo que, al parecer, será beneficioso para mi futuro. No está mal, las personas son personas y por eso algunos son buenos y otros no tanto, pero entiendo. Aunque algunas personas me incomoden más que otras.

"Buen día, pequeña Camz, no te haces una idea de cómo te extraño, realmente... la universidad no es muy divertida, y que no estés por aquí lo hace menos divertido. Por favor, ven pronto o, por favor... iré pronto. Te amo, estoy delirando por si no lo has notado. De nuevo, te amo. L"

Sonreí al leer aquel mensaje, teclee una respuesta casi de inmediato.

— ¿A qué se debe tan bonita sonrisa?—me estremecí ante la repentina cercanía en que escuche aquella voz, rozando casi mi oído. Fruncí el ceño y me quite de su lado para terminar de responder. Era Charlie.

La respuesta correcta habría sido decirle que no era de su incumbencia, pero me contuve.

—Hmm...—murmuré sin darle una respuesta, sus ojos parecían querer hacerse con mi celular o mi mente, me alejé. —Tengo clase.

Así seguían pasando los días.

Y créanme que no es una agradable forma de pasarlos. Se siente sofocante, se siente como si te ahogaras, y me pregunto constantemente ¿Cómo lo voy a conseguir?

A veces me quedo caminando por horas intentando encontrarle respuestas a los cientos de interrogantes que de repente surgen ¿Por qué? ¿Por qué me siento así? No me gusta, no me gusta sentir que no hay sentido ni destino porque ella no está aquí, pero siendo sincera, es más que solo su ausencia, es más que muchas cosas.

Es la toxicidad de un ambiente que parece nunca va a resurgir, son las personas que parecen estancarse en una cotidianidad sin sentido, que no les importa más que sí mismos y una diversión que no hace sino lastimar y crear personas vacías. A veces, el mundo parece un lugar demasiado vacio, vidas sin sentido, caminantes sin rumbo.

Y yo sigo buscando mi hogar.

Aunque hay días que siento que mis piernas están hechas de piedras y acero, pesan tanto... tanto. Necesito un descanso.

LifeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora