"Te quiero como para escuchar tu risa toda la noche y dormir en tu pecho. Sin sombras ni fantasmas. Te quiero como para no soltarte jamas"
CPOV
—Camila, ¿podemos hablar?—estaba viendo las audiciones para The X Factor, las habría seguido viendo a través del computador, y asi mantenerme en mi habitación, pero hoy era capitulo estreno y quise verlo aquí, no me esperaba que mi madre intentara tener una conversación.
Se había mantenido bastante al margen en los últimos días, demasiado para su acostumbrada forma de ser.
— ¿Dime?—respondí, porque a pesar de todo era mi madre, a pesar de todo yo la respetaba, a pesar de todo yo la quería.
—No has estado mucho en casa los últimos días ¿Dónde has estado?—frunci el ceño sin dejar de ver la pantalla del televisor. ¿Eso era lo que tenía por decirme? Apreté mis manos en puños e intente sostener en calma mi respiración. Las reacciones violentas tienen finales vientos, decir algo mientras estas enojada, puede traer consecuencias terribles. Las palabras lastiman más que las acciones, y todas esas cosas trataba de repetir en mi mente para mantenerme en calma.
—Lauren, he estado con Lauren—dije.
—Te has hecho muy unida a ella—por el tono de voz que uso, tuve que girar a mirarla, no me miraba a mi, su visión se perdia en algún punto de la puerta de entrada de su casa.
Ninguna de las dos me había dicho de que habían hablado, no tenía idea y la verdad, tampoco estaba interesada en saber, me gustaban las cosas tal y como estaban.
No dije nada a sus ultimas palabras, solo pronuncie un acuerdo sin ninguna palabra en concreto.
—No te acostumbres a la libertad que has tenido estos días, entiendo que lo que ha pasado se ha salido de control para todos. Y, en favor de esa chica, te he dejado ser por unos días, pero también sé que ella se va a la universidad, y tu vas a seguir tu vida tal y como ha sido siempre, estudiando—apreté de nuevo con fuerza mis puños. Apagué el televisor, me puse de pie y pasando a su lado sin darle ninguna respuesta, subi a mi habitación.
No tenía sentido discutir.
Hay cosas que simplemente no se pueden discutir.
Y aquello que había dicho, solo me había recordado que Lauren se iría, no es que lo hubiese olvidado pero... era fácil perderse por ratos, como un mecanismo de defensa, como un alivio momentáneo.
...
— ¿Dónde vamos?—pregunté a Chris una vez estuvimos en su auto. Se supondría que tendría que llevarme al apartamento de Lauren, pero estábamos yendo hacia otro punto de la ciudad. Era el último día completo de Lauren en la ciudad y yo solo quería ir con ella.
— ¿No quieres pasar el rato conmigo?—miré de reojo a Chris, con incredulidad y abriendo mi boca, porque lo que el dijo fue totalmente una ofensa.
—No quiero ofenderte, pero no—respondí, no tenia porque mentirle, y estaba segura que él estaba siendo deliberadamente idiota.
—Oye, pensé que eras mi amiga—dijo haciéndose el ofendido. Golpeé su hombro.
—Eres mi amigo—afirmé.
—Pero me dejas por mi hermana ojiverde, es eso ¿sus ojos verdes?—sonreí.
—Por supuesto, son sus ojos verdes—dije.
—Auch—dramatizó. —Como me ha dolido—siguió haciendo el idiota. —Ahora, en serio, solo quería decirte algo Mila—ahora que su tono había dejado de ser el de un idiota para convertirse en algo serio, me enderecé.
