Capítulo 34. Esto es Incomodo

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La detención había empezado hace media hora, el subdirector estaba dormido y Libra había aprovechado para salir a comprar comida para nosotros y evitar tener a siete cadáveres en este salón.

Mire a Escorpio, que en el resto del día había estado cabizbajo, quizá debería decirle que si, su detalle fue muy lindo.

“Vez ahora mismo estas sonriendo como estúpida...”

¡Déjame vivir el momento!.

Escuché el ruido de la puerta y todos volteamos. Libra empezó a repartir lo que había traído; unas frituras y coca-cola a Escorpio, una hamburguesa y un jugo de naranja a Leo, unas papas a la francesa y una limonada a Sagitario, un sándwich de lechuga y agua mineral a Aries, una bolsa de gomitas y una soda a Tauro, un pote de nutella a mi y después, él se sentó a degustar su helado.

Guardamos silencio y cada uno comenzó a devorar su "comida". Abrí con cuidado el pote y casi grito... Gracias a Zeus que no lo hice.

Al reverso de la tapa, había un papelito dorado que decía:

“Quizás sepas que siempre he estado enamorado de ti, así que esto es importante para mi...

Eres una chica cariñosa, sexy, simpática y aveces grosera y muy ruda, pero a pesar de todos tus defectos, para mi fuiste, eres y siempre seras lo más lindo que conservo en esta vida.

Al principio dude en hacer esto, pero: ¿Que seria de la vida si no intentaramos algo nuevo? Así que hoy te digo que...

Me encantaría que te vieran del brazo conmigo el día del baile de primavera, ¿Qué dices?...”

Abrí la boca y voltee a ver a Libra, sonreía de oreja a oreja, tenia un brillo especial en sus ojos y mantenía las cejas elevadas, como si estuviera esperando por mi respuesta.

Estaba sorprendida, uno: no creí que todo eso entrará en un papelito, y dos: esto era demasiado increíble.

Arranqué un pedazo de hoja de mi cuaderno y escribí:

“Todo lo que acabas de decir, fue demasiado lindo, gracias por tu detalle.

Créeme que te quiero mucho, pero no puedo responderte ahora, dejame pensarlo y te lo digo mañana, ¿Okey?

PD. Manoseaste mi nutella.”

Lo revise y se lo lancé hasta su asiento, el cual lo alcanzó en el aire. Lo leyó, volteó a verme y asintió desilusionado.

“Genial Acuario, ya vas dos en un día. Y a los dos los rechazaste de la misma forma. ¡Felicidades!.”

¡Cállate, maldita conciencia!

Seguimos en silencio hasta que el subdirector despertó y miró su reloj de mano.

— 5:56pm. — Se levantó del escritorio. — Faltan 4 minutos, así que pueden salir, espero sea ka última vez que nos veamos en detención, a la próxima traten de ser puntuales.

Suspiramos aliviados y nos encaminamos hacia la hermosa salida.

— ¡Al fin libertad!. — Gritó Leo una vez en el estacionamiento.

Tauro se acercó a mi y me tomo de la mano.

— La carrera es a las ocho. ¿Prefieres ir a casa y que vayamos luego? ¿O irnos ahora mismo?. — Preguntó sonriendo.

— ¿Podemos ir a casa y luego ir?. — Asintió. — Necesito ducharme, cambiarme y avisarle a Valentina, quizá se preocupe.

— Esta bien. — Se subió a su coche. — ¿Quieres que te lleve?.

— No gracias, ¡Leo prometió llevarme!. — Grité lo último para que él me escuchará.

— ¡Ya te oí!. — Leo cantó sus palabras, haciendo que yo riera.

Deje de reír y mire una vez más a Tauro.

— Nos vemos más tarde, necesito arreglar algo. — Asentí y Tauro encendió el motor de su coche.

— Adiós. — Musité cuando ya se había ido.

Corrí hacia el coche de Leo, (Literalmente, porque el idiota me estaba dejando) y me acomode en el asiento de copiloto para irnos a casa.

— ¿Invitaras a alguien para el baile de pasado mañana?. — Le pregunté a Leo, recordando las invitaciones que yo había recibido en el día.

— No lose, lo estoy dudando. — Hizo una mala imitación de mi.

— Así no se hace, se hace así. — Dije torciendo la boca.

— ¡Cállate señora sabia!. — Extendió su mano y prendió el radio, como de costumbre: empezó a sonar un rap.

— ¿Enserio?. — Me tape los oído.

— ¡Body rock, girl, i can feel your body rock. Take a bow, you on the hottest ticket now. We gonna party like it's 3012 tonigth. I wanna show you all the finest things in life!... — Empezó a cantar junto con la radio.

— ¡Dios! ¡Te pareces tanto a Cáncer!. — Cuando mencione el nombre se calló* de golpe y empezó a sonrojarse.

Abrí los ojos como platos y una risita traviesa salio de mi.

— ¿Es ella, cierto?. — Le pregunté riendo.

— ¿Qué cosa?. — Se hizo del desentendido.

— ¿Cáncer es la chica que a robado tu corazón?. — Suspiró aun viendo el camino.

— No... Si... No sé. — Sin darme cuenta ya había aparcado frente a la casa.

— Deberías arreglar tus problemas. — Dije bajando del coche. — Si no lo haces tú, alguien más la invitará.

Metí la llave en el cerrojo, la cual se dio instantáneamente. Entré a la casa y vi a las chicas comiendo palomitas, bebiendo coca-cola y viendo una película. Libra, Aries, Escorpio y Sagitario, quienes habían llegando unos minutos antes que nosotros, descansaban en el sofá grande.

— ¿Y Tauro?. — Preguntó Piscis.

— Se fue arreglar asuntos, bueno así me digo. — Deje mi mochila en el sofá que sobraba. — Cierto, voy a salir con el alratito, así que voy a alistarme ahora.

Todos dejaron de ver el televisor y voltearon a verme a mi con los ojos abiertos como platos.

— ¡NO!. — Dije sabiendo a lo que se referían. — Será solo una salida de amigos, iremos a ver unas carreras.

Decidí mentirles y no decir que él corría para no preocuparlos.

— Aaaa. — Suspiraron y volvieron a la película.

¡No te enamores de Acuario! Donde viven las historias. Descúbrelo ahora