Capítulo 53. Cerca de la verdad

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Acomodé la comida para perros en la blanca y pulcra encimera de la cocina.

Según Tauro, saliendo del instituto iría a la casa de Jacobo a recoger al pequeño cachorro de snauzher blanco, apodado Taurio por Virgo, un tonto shipeo de mi nombre y el de Tauro que la malvada había creado.

— Chica, apurate que solo falta treinta minutos para que los demás vuelvan a casa. — Musitó Valentina trayéndome a la realidad.

Asentí mirándola de solsayo, le sonreí tiernamente y fui por la carne, las verduras y el vino blanco que no había salido tan barato como me lo imaginaba.

— ¿Me prestas tu móvil, Val? Necesito enviar unos cuantos mensajes más. — Dije acercando mi mano lentamente al bolsillo trasero de su jeans, en donde se encontraba su IPhone, que por cierto me recordaba tanto a mi fallecido teléfono.

"Maldito, Libra. Sí no fueras tan sexy juro que te desfiguraría el rostro".

— Claro, pero mantenlo lejos de las manos de Libra, no queremos que le pase algo similar al tuyo. — Dijo la maldita riendo a carcajadas y sosteniendo su estómago con una mano.

Le saqué la lengua verdaderamente ofendida: Su comentario había dolido como el mismísimo infierno.

Aún recordaba a mi hermoso IPhone blanco, lleno de vida y aplicaciones.

Sacudí la cabeza, textee unas tres lineas y lo compartí con los 19 números telefónicos que me sabía de memoria (O que tal vez había anotado en el refrigerador).

Sí todo salía como lo había planeado, hoy mismo se acabarían los molestos y arrogantes problemas de la casa, y sí no: tendríamos que aprender a vivir con ellos o simplemente tomar caminos distintos...

Narrador omnisciente:

Un castaño muy peculiar caminaba rumbo a su casa, todo abatido y confuso, pensando en todos los problemas que su miserable vida podría aguantar, cuando de pronto su teléfono vibro en el bolsillo izquierdo de sus vaqueros desgastados.

Lo sacó y frunció el ceño al ver que tenía un mensaje de un número desconocido.

Detuvó su paso y abrió la conversación:

"Tú, yo, los chicos, hoy, en la casa. No aceptaré un no por respuesta, todos tienen que estar, además todos viven aquí así que no habrá ninguna excusa creíble. Los problemas se tiene que acabar hoy.

Atentamente: Acuario Portman.

PD. El número es de Valentina, agendalo, chico guapo ;-)"

Su gesto de confusión fue sustituido inmediatamente por una enorme sonrisa al ver que el mensaje provenía de la persona que hacia que su corazón saltará de alegría en menos de un milisegundo.

"Los problemas se tienen que acabar hoy" repitió una y otra vez.

Sin duda los problemas acabarían hoy, pero no de la manera que ella se esperaba.

Una vez su padre le había dicho que huir de los problema era para cobardes, pero lo había repasado una y otra vez dándose cuenta de que no había ninguna solución coherente para eso y prefería mil veces parecer un cobarde que luchar una y otra vez con la cruda y despiadada realidad, que sinceramente dolía más que una bala a quemarropa.

Tauro's pov:

La campana sonó avisando que la jornada escolar había finalizado, así que tomé mis libros y salí del salón despidiéndome del profesor con un simple saludo militar.

¡No te enamores de Acuario! Donde viven las historias. Descúbrelo ahora