Capítulo 46. Zoológico, "Galletas con Catsup" y Maldito Jacobo [Part. 2]

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Cuando terminamos nuestro postre, estaba apunto de iniciar otro tema de conversación, hasta que un niño demasiado mono se acercó.

No aparentaba más de 3 años, su cabello rubio y ojos azules lo hacían ver demasiado tierno.

- Disculpe señora, ¿Por qué esta aquí?. - Preguntó con su dulce y gentil vocesita.

- ¿Como qué por qué?. - Alcé la ceja interrogandolo.

- Si, se supone que este es un lugar para niños, no para ancianas como usted. - Abrí los ojos y me toqué el pecho ofendida por lo que acababa de oír. - ¡¿Qué dijiste, niñito?!.

- Lo ve, ni siquiera me oye. No la culpo, de seguro la edad ya la esta consumiendo. - Solté un resuello.

¿Como ese diablillo disfrazado de ángel podía llamarme vieja?

- Perdón, pero solo tengo 17 años. - Me defendí.

- No le creo, ruca.

- ¡¿Qué acabas de decir niño malcriado?!.

- Vieja fea.

- Niño sin cerebro. Cuando seas grande vas a ser todo un idiota. - Espeté furiosa.

El niño comenzó a llorar y enseguida una niña un poco mayor que él se acercó. Me fulminó con la mirada y tomó a su hermanito de la mano para comenzar a caminar lejos de mi.

Desgraciadamente el niño volteó y me sacó la lengua.

Yo, como toda joven educada y madura; lo ignore y seguí con mi vida.

¡Nah! ¡Es broma!

Me puse súper infantil y le saque la lengua acompañada de una que otra mueca ofensiva.

"Si no fueras un estúpido niño malcriado menor de edad, te diría la sarta de palabrotas que hubiese improvisado por ti, niño pijo."

- Basta, Acua. Solo es un niño. - Dijo Tauro reprendiendome.

- Pero él empezó primero, yo solo... - Me fulminó con la mirada. - Esta bien... "Yo soy la mayor y debo de poner orden".

- Niña buena. - Me habló como si fuera su perro, por lo que voltee los ojos. - Bueno, vamos. Ya es tarde y Jacob no tiene tanta paciencia.

- Bien vamos.

Mientras salíamos del local, comencé a buscar al niño con la mirada, cuando lo vi jugando en un columpio, me asegure de que me viera y le saque la lengua por última vez.

Ja.

Acuario de 17 años: 1
Niño extraño de 3 años: 0

¡Demonios! ¡Claramente yo era muy infantil!

- ¿Y en donde la va hacer?. - Pregunté cuando Tauro ya conducía por la autopista.

- En su casa. - Sonrió de solsayo. - Es demasiado espaciosa y supongo que llevará unos cuantos amigos y un poco de alcohol.

- ¡Oh!, genial, ¿Llevará hierba?. - Pregunté sorprendiendolo y ganandome una mirada muy mal de él.

- ¿Por qué preguntas eso?. - En su voz se notaba lo irritado que estaba.

- Solo bromeo, relájate. - Un suspiro de alivio salio de su boca al oír mis palabras.

Condució por 15 minuto más, hasta que se detuvó frente a una casa de dos pisos que se veía realmente espaciosa. Afuera de ella se encontraban demasiados coches aparcados a la mitad de la calle o invadiendo el jardín de los vecinos.

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