¡No te enamores de Acuario!

Capítulo 51. Un "Te amo" Sincero

Acuario's pov:

Estaba sentada en la camilla de mi habitación.

Después de nuestro cursi reencuentro; Tauro me había prometido ir a buscar a Libra, tratar de hablar con él de hombre a hombre y explicarle un poco lo sucedido.

Cuando regresé a mi habitación estaba Piscis, así que le pedí que se quedara conmigo esperando hasta que el doctor diera ordenes de mi alta.

Ya habían pasado aproximadamente 30 aburridos minutos.

El tiempo se hacía cada vez más largo. La dinámica de ver a Piscis, sacarle la lengua y reírme como foca retrasada estaba comenzando a exasperarme.

— ¡Le traigo buenas noticias, señorita Portman!. — Al fin el sexy doctor se había dignado a cruzar la puerta. — El hospital le ha concedido el permiso de alta.

Sonreí de oreja a oreja escuchando sus bellas palabras.

— Solo necesita descansar unos dos días y luego podrá volver a su rutina diaria. — Dijo viéndome con alegría. — Vístete y luego podrás ir a la recepción para que te den una pequeña nota.

— Gracias, doctor. — Dije poniéndome de pie.

El doctor se despidió de mi con un abrazo y se fue para poderme vestir a gusto.

Me acerqué al sofá del la habitación y tomé un pequeña bolsa de nailon donde estaba una mudada de ropa limpia que la linda de Piscis se había molestado en traerme.

Entré al baño y me quité la reveladora bata reemplazándola por unos vaqueros cortos, una camiseta de tirantes blancas, una camisa verde de adorno y mis típicas vans del mismo color.

¡Al fin libre!

Salí del baño y Piscis esbozo una sonrisa bochornosa; parecía alegré por mi actual estado de salud, pero deprimida o disgustada por algún otro motivo.

— ¿Qué sucede, pulga?. — Pregunté tomándola del brazo para comenzar a caminar fuera de este encierro.

¡Mi estómago gruñía de hambre!

Piscis rió nerviosa y evitó mi mirada a toda costa. — ¿Tanto se me nota?. — Preguntó más para ella que para mi.

Negué con la cabeza con una sonrisa y después asentí.

— Tanto como se nota que el trasero de Nicky Minaj es falso. — Las dos comenzamos a reír a carcajadas.

Una vez en la recepción me dieron la copia de alta y salimos al estacionamiento en busca de los demás.

Cuando los encontramos cerca de sus coches me preocupe al ver las manos vendadas de Libra.

¿Y ahora este idiota que hizo?

— Tenemos una charla pendiente ¿Eh?. — Le dije a Piscis antes de comenzar a correr en dirección al idiota.

Él estaba recostado en el capo de su coche, tenía los ojos cerrados y se escuchaba a lo lejos que tarareaba una canción.

— ¿Libra? — Lo llamé en un susurró tratando de no asustarlo.

— ¿Tú?. — Preguntó abriendo sus ojos avellana, esos que tanto me volvían loca.

¡¿QUÉ?!… Loca en el sentido bueno.

— ¿Podemos hablar?. — Pregunté sintiendo como la mirada del resto de los chicos trataba de penetrarme la espalda. — ¿Qué dices si me llevas a casa?.

Parecía no muy convencido al principio, pero al final termino aceptado, así que corrí hacia Tauro y le dije que le avisará a los demás que ya se podían ir a casa; que Libra "cuidaría" muy bien de mi.