Capítulo 62. Noche de Prom

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Acuario's pov:

Estaba sentada en las escaleras de la casa. Veía como las chicas y los chicos corrían de un lugar a otro buscando sus zapatos, accesorios y cosas que simplemente dejaban olvidadas en un lado y otro.

Hacia más de quince minutos que ya estaba lista; traía puesto el vestido blanco que Gus había elegido para mi, unos dolorosos tacones de aguja negros y maquillaje estilo natural. Tampoco era como si fuera fanática de las fiestas o del maquillaje.

Los que más sobresalían esta noche era Virgo, Libra... y solo. Tauro había desaparecido como siempre y no dudaba que estuviera en una de esas carreras ilegales o haciendo otra cosa que atentara contra él. Negué con la cabeza intentando despejar esos pensamientos, esta noche solo era yo y mis futuros graduados.

Esta noche Libra iría con Virgo, Capricornio con Isaac, Géminis con Leo y Cáncer con Aries para no ir solos. Todos estaban preparándose aun, menos Aries, que permanecía silencioso y pensativo en uno de los sofás.

Me acerqué a él con sigilo, pude darme cuenta de cómo miraba un punto fijo sin interés, hundido en sus propios pensamientos e ignorando nuestras presencias. Revolví su cabello y me dejé caer a su lado para observarlo mejor.

— Eres muy guapo, Aires, ánimos, vendrán más chicas adelante y veraz como…

Aries bufó molesto y poniéndose de pie se alejó lo más pronto posible de mi.

"Bien hecho, Acuario. Tu primer intento para acercarte de nuevo a los chicos y fallaste. Eres fabulosa".

Y de nuevo esa estúpida voz. Esa voz que no era nada más que un grano en el culo.

La ignoré y me pusé de pie inmediatamente cuando oí el claxon del coche del papá de Gus, un cámaro 2009 amarillo, en muy buen estado.

Me despedí silenciosamente de los chicos y salí de casa, luego subí al coche de Gus que arrancó una vez estuve dentro.

— Hola, preciosa, te vez hermosa. — Me alardeo el pelinegro sin despegar su vista del camino.

Me reí.

— Hola, Agustín. —Menee las cejas graciosamente. — Dime que no te comerías este bombom que…

— No me lo comería, Acuario.

— Pudrete pues. — Mallusqué sacándole el dedo medio.

Mirándolo bien desde que comencé a juntarme con él, me volví más vulgar y ciertamente más valiente, cosa que agradecía solo en partes.

Encendí la radió y el resto del camino nos la pasamos cantando "Treasure" de "Bruno Mars" a todo pulmón.

Cuanto llegamos al instituto, cientos de coches se estaban estacionado. Lo único que alumbraba el lugar eran los faroles y la luz de la luna, cosa que me hizo recordar a la noche del partido.

Gus aparcó el coche en una de las esquinas del estacionamiento y como buen caballero bajo a abrir mi lado de la portezuela.

— Bien, preciosa, ¿Lista para divertirse como nunca?. — Preguntó tomándome de la mano.

— Síp. — Con una sonrisa comencé a jalarlo hacia dentro. Se suponía que la fiesta seria en el gimnasio, en donde se llevaban acabo la mayoría de las fiestas escolares.

Mi quijada cayó al piso cuando ví a mi alrededor, todo el lugar estaba decorado con globos de color plateado, dorado y azul, también habían muchas banderas con el logotipo de la escuela y una bola disco en el centro.

— Wow.

— ¡Wow wow wow!.

Lo primero que hicimos al llegar fue ir a la barra y tomar mucho ponche, después esperar a que pusieran la música e ir a bailar al ritmo de Dj. Snake.

Gus puso sus manos en mis caderas mientras yo saltaba como loca agitando mi cabello.

Todo iba bien, hasta que los amigos de Gus llegaron y se lo llevaron casi a rastras.

Me quedé sola y al no tener pareja decidí salir un rato para tomar aire fresco, lo que ví a continuación me dejó más que sorprendida.

Tauro estaba recargado en uno de los muros, traía puesto una chaqueta de cuero y pantalones rotos. Andaba con los ojos cerrados y su respiración estaba entrecortada, temí de cualquier cosa.

— ¿Tauro?. — Pregunté con miedo tratando de llamar su atención.

Enseguida abrió los ojos y se concentró en mi, me examinó de pies a cabeza y después sonrió.

— Hola, nena. — Su sonrisa era más falsa que cualquier otra, de eso estaba segura. — Justo te iba a empezar a buscar, me ahorraste tiempo…

Negué con la cabeza cuando ví los golpes en su rostro.

— ¿Qué demonios? ¿Qué hiciste?. — Exclamé intentando acercarme a él.

Sus manos no me lo permitieron y al final terminó alejándome más.

— Solo… Solo vine a decirte que te amo y aunque tú ya no lo hagas, lo seguiré haciendo por siempre ¿Oíste?. — Dejó un beso en mi frente y comenzó a alejarse.

Quedé aturdida, no sabía que había sido eso y como tomarlo. Entre de nuevo, quizás solo había sido solo un juego de mi cabeza y no había ocurrido realmente, aunque había que decírselo al fuerte calor que crecía en mi frente, justo en donde Tauro había depositado el beso.

En la barra encontré a Virgo y Libra, hablaban tan animadamente que no se dieron cuenta de mi presencia, hasta que una carcajada se escapó de mi garganta.

— Los quiero mucho, chicos. — Dije al borde de las lágrimas.

Haber estado alejada de ellos me había echo mucho daño y enserio necesitaba sentirlos para saber si eran reales.

Y hice algo muy extraño, los abrace a ambos, a mis chicos que muy pronto se graduarían y se irían de casa.

— Nosotros también. — Habló Virgo separándose para limpiar mis lágrimas. — Ha sido verdaderamente duro no estar contigo, pequeño diablillo.

Sonreí. Eso era lo que amaba de ellos, aun así que me alejará por años o me fuera de la casa, ellos siempre me recibirían con los brazos abiertos, como buenos y mejores amigos que eran.

— Acuario, no iba decirte esto hasta el final de las vacaciones, pero Leo me dijo que no estarás, así que prepárate…

La miré confundida, ladeando la cabeza por tanta curiosidad. Ella sólo esbozó una sonrisa y chilló.

— ¡ME ACEPTARON EN STARBRUM! ¡NO ME IRÉ DE CASA, ACUARIO! ¡ME QUEDARÉ!.

Mis ojos se humedecieron de más y comencé a saltar y a llorar como loca, abrazando a Virgo. Esa era la mejor noticia.

Cuando estuve mejor, miré a Libra interrogante, solo una parte de mi esperaba a que cambiará de opinión y se quedara con nosotros, sus amigos, la otra era realista.

— Yo también te quiero, Acuario, y creo que tú muy bien sabes que hasta de más. — Se rascó el cuello nervioso. — Pero no puedo hacer nada, mis padres ya me inscribieron en la universidad, ya compraron mis pasajes y lo únicos que falta es que me vaya. Todo ya está hecho. Me iré.

Bajé la mirada al piso de madera que parecía tener mas significado que mi tonta vida, asentí aunque me doliera y volví a abrazarlos.

Como siempre mi parte realista tenía la razón…

N/A:

Ya ven, soy buena y les he traído su segundo capítulo. ¡Vamos por más!.

Okay nop, bueno, sabíamos que esto tarde o temprano iba a pasar, así que creo que ya duele menos... XD.

¿Qué piensan del momento de Tauro? ¿Fue real o solo su imaginación? ¿Estaba drogado o por qué actuó tan extraño?

Comenten para que siga publicando y voten para que me ponga más feliz. :'v

— En multimedia: Acuario Portman y su vestido.

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