- ¡Mira! Ese se parece a ti. - Dijo Tauro señalando a una jirafa que comía hojas de un gigantesco árbol.
- No es cierto. - Chillé. - Ese se parece a ti y mucho.
- Eso es una piedra. - Rió de mi equivocación.
- No me refería a eso, me refería a lo que estaba arriba de la piedra. - Señale a la pequeña lagartija que se movía de un lado a otro.
- Tonta. - Se quejó.
- Tú iniciaste primero, así que aguantate, tonta l-a-g-a-r-t-i-j-a. - Reí a carcajadas.
Seguimos caminando por todo el zoo, era inmenso y muy llamativo. Había un área donde todos los animales "inofensivos" estaban sueltos y podían interactuar con los humanos, y otra donde estaba permitido tomarles fotos y alimentarlos.
Me imagino que Tauro Filegran se la estaba pasando bien en su cumpleaños número 19.
"¿Quién no se la pasaría bien contigo Acuario?"
- ¿Te diviertes?. - Pregunté enarcando una ceja.
- Demasiado, peque. - Suspiró. - Ya se, hay que tomarnos una foto de recuerdo.
- Claro.
Me tomó de la mano y comenzamos a correr rumbo a la cabina de fotos.
- Mono el último. - Me soltó de su agarré y comenzó a correr como 'alma que lleva el diablo'.
- ¡Tramposo! ¡t-trampo... poso! - En cada paso que daba sentía que mi corazón se presionaba y saldría en cualquier momento. - ¡Ya, ya no puedo m-más!.
- Tortuga. - Me llamó cuando al fin llegué a su lado. - Mi abuelita desnuda correría más rápido que tú.
Le saqué la lengua al escuchar su frase obscena y asquerosa.
«Obviamente no quería ver a la señora Filegran desnuda y corriendo»
"Pero a su nieto si... ¿Verdad?"
«Otra ves tú. Vete a ver si ya puso el maldito puerco y déjame en paz, conciencia de mierda»
¿Tauro desnudo? ¿Corriendo por toda la calle? ¿Yo alientandolo?
¡Ahwww que feo!
- Deja de decir cosas así, haces que miles de cosas pasen por mi sucia conciencia. - Dije imaginandome lo de hace rato.
- ¿Qué culpa tengo de que tengas una sucia conciencia?.
- Mucha, la alientas a que piense en sus porquerías. - Rió por lo bajo y sacó dinero de su billetera para dársela a la cabina.
- ¡Quiero muchas fotos! ¿Eh?. - Asentí entrando con el a la pequeña cajita.
El chiste de esto era que hicieras muecas o le sonrieras al icono de fruta, ahí es donde estaba oculta la cámara, cuando creyeran que ya eran suficientes fotos, salías y las recogías a un lado, donde una persona encargada te las entregaba y te agradecía.
- Mira a la pera, a la cuenta de tres di "Tauro es el mejor amigo que existe en el mundo". - Rodé los ojos, pero le obedecí. En fin y al cabo era su cumpleaños. - Una... Dos... Y tres...
- Tauro es el mejor amigo que existe en el mundo.... Y lo quiero con todo el alma. - Sonrió al escuchar lo último que había agregado.
- Yo también te quiero, pero sonríe y haz tus extrañas muecas que ahí vienen las fotos.
Enseguida de sus palabras se empezaron a escuchar el típico ruidito de la cámara y a ver el flash.
Sonreímos, sacamos la lengua, nos hicimos cuernitos, nos abrazamos, le di un beso en la mejilla, le pillizque las mejillas, simule ahorcarlo, imitamos a nuestros amigos y caímos en carcajadas.
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¡No te enamores de Acuario!
HumorUna casa, doce signos... ¿Qué podrá ocurrir mal? ~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~ Portada de esta historia por: @Natsume-San001