Capítulo 33. Un Poema improvisado

1.8K 147 40
                                    

Después de desayunar, deje a Valentina en la casa, para esperar a que Géminis estuviera lista y se fueran juntas al instituto.

Siento que estoy actuando como una idiota...

“De hecho es así...” 

¡Cállate maldita conciencia! ¡Se supone que estas para ayudar y no para causar molestias!

— ¿Estás bien?. — Pregunta Tauro subiendo al coche. Estábamos listos para ir al instituto.

— Si... Solo que... Nada. — Digo finalmente. Creo que contarle a alguien que tuve "Una pelea con mi conciencia" seria estúpido, y más, si ese alguien es Tauro.

Frota sus manos, el frío de la mañana esta muy fuerte y causa que nuestras partes del cuerpo que están descubiertas se congelen.

— Creo que me va a dar hipotermia. — Dice cuando ya había encendido el coche y lo había puesto en marcha.

Sin tomar tanta importancia de su comentario, me puse a hurgar en mi mochila... Típico... Basura, basura, basura, una dona (?, ¡Siii! ¡Lo que buscaba!.

Desdoble el pequeño gorro de estambre gris, lo mire por unos segundos y después se lo ofrecí a Tauro.

— ¿Y esto?. — Volteó de reojo a verme.

— No quiero que te resfries, tómalo. — Lo extendí una vez mas a él.

Dudo por unos segundos, pero después lo tomó y lo colocó en su cabeza. Fijé mi vista hacia la ventana, pero de solsayo pude ver que esbozaba una sonrisa, así que me atrevo a hacer algo estúpido y digo lo que pienso.

— Me gusta que tengas algo que me pertenece, porque así saben que... — Dejo la frase incompleta.

Estuve apunto de cometer un estúpida estupidez, dah.

— Yo te pertenezco. — Completó después de un rato de silencio.

— No... Me... Refería a eso... Ya sabes... No... Que cosa... Algo... — Balbucee sin saber que decir.

Mejoralo estúpida”

¿Desde cuando apareciste?

“Siempre he estado aquí, pero cuando las hormonas se encienden y las personas tienen más problemas que nunca... Aparezco... Así de cool soy”

— Mierda. — Susurre, pero fue capaz de oírme porque volteo a verme. — ¡Hey! deja de hacer eso, vas a chocar. Mejor mira tu  camino.

Intentaba cualquier cosa para apartar su vista de encima mio.

— ¿Que fue todo eso?. — Preguntó una vez más antes de aparcar el auto en el estacionamiento del instituto.

— Nada.

— Muuuuy bien — Pareció no creerme, porque rió. —, bueno no importa, solo quiero decirte algo...

Respiró profundo y habló.

— Hoy en la noche hay una carrera clandestina en un barrio, desearía que fueras a verme... Esta carrera es importante para mi. — Fruncí el ceño.

— No me gusta eso. — Hizo un puchero que me derritió. — Esta bien, pero después me dices la dirección.

— Okis, bueno, ya me voy me toca física nuclear.... ¡Aaa!. — Antes de que se fuera, regresó y me beso la mejilla, haciendo que me sonrojara. — Gracias.

— Oh.

Fue lo único que puede pronunciar, eso me dejo en Shock.

— Hola. — Escuché alguien detrás de mi. — Venimos al mismo tiempo.

¡No te enamores de Acuario! Donde viven las historias. Descúbrelo ahora