¡No te enamores de Acuario!

Capítulo 31. Detención

Drake o el profesor de música, como debería de decirle, se encontraba enfrente mio, yo solo mantenía la vista en la hoja que me había entregado hace unos segundos.

— Acuario... ¿Sabes afinar las cuerdas vocales?. — Asentí nerviosamente. — Bueno, entonces vamos... Haz un ejercicio vocal.

Aclaré mi garganta antes de comenzar a gritar.

— Aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa....

— Muy bien, llegas hasta SI. — Aplaudió.

— Gracias... Bueno, ahora que ya calenté, ¿Cantaré la misma canción?. — Se alejó de mi y me entregó una segunda hoja.

— Así es, ahí está letra por si no te acuerdas... Puedes comenzar. — Se sentó en la mesa de su escritorio y se cruzó de brazos observándome fijamente.

— Hello it's me... — Esa era mi parte favorita. — I was wondering if after all this years you'd like to meed, to go over everything.
Hello con you hear me? I'm in California dreaming about who we used to be when we were younger.
Between us and a million miles.
¡Hello from the other side, I must've called, you athousand times, to tell you i'm sorry, for everynthing that i've done but when i call you never seem to be home!.
They say that time's supposed to heal ya but ain't done much healing.
And free, i've forgottten how it felt before the word fell at our feet there's such a difference.

Terminé la primera parte y Drake aplaudió frenéticamente.

— Tan bien como la primera vez. — Reí mientras me sonrojaba.

¿Desde cuando los nervios me dominaban?.

— Bueno, ya te puedes ir a tu casa. — Me recordó algo que me hizo hacer un puchero. — ¿Qué pasa?.

— Se que debería alegrarme porque esta es la última clase, pero...

— ¡¿Pero que?! ¡¿Te sucede algo?! ¡¿Estas bien?!. — Me sorprendí por su reacción.

— Te preocupas demasiado para ser solo mi profesor. — Menee las cejas pícaramente, solo para molestarlo.

¡¡ACUARIO FUE SECUESTRADA POR ALIENÍGENAS!! Yo nunca molesto a alguien.

— ¡NO! ¡Me refiero a que... Ya sabes soy un maestro y me debo de preocupar por mis alumnos!. — Asentí riendo.

— Aja... — Aclaré mi garganta. — Bueno, hoy en la mañana ocurrió algo muy malo, y el subdirector nos descubrió fuera de clases... La cosa es que nos mandaron a detención.... Saldremos muuuuuuy muy tarde.

— ¡Dios! ¡Tu primera detención! ¡Felicidades!. — Alce una ceja. — Pero no, esta mal...

— ¡No podre vivir sin comida!. — Grité haciendo drama.