Era el atardecer, en el pueblo Casvile sólo se veían unos pocos hombres talando. En una de las chozas estaba un viejo hombre tomando el té llamado Rumpelstiltskin, al lado de él estaba su hijo de 7 años, Almen, quien no tomaba su té y preguntaba una vez más:
-¿Cuándo volverá mamá?Y obtenía la misma repuesta de su padre:
-Dentro de unos pocos días, hijo.Su madre, Milah, había ido a cazar del otro lado del lago hacía unos 20 días. Rumpelstiltskin no tenía trabajo, y el cazar le asustaba.
De repente, se oyeron caballos llegando al pueblo. Rumpel salió a la puerta y observó como le clavan un cuchillo en el abdomen a un niño, era el segundo en la semana.
-¿Seguirán sin pagar la renta? Seguirán muriendo niños.
Rumpelstiltskin sabía que Almen podía ser el próximo y no tenía posibilidad de juntar tanto dinero. Asustado decidió escapar con Almen.En la noche, silenciosos, abandonaron el pueblo, siguieron el sendero y encontraron un castillo abandonado.
Rumpel intentó abrir con el picaporte pero estaba trabado. Ingresaron rompiendo una ventana, sintieron telarañas en todo su cuerpo. Las picaduras no tardaron en aparecer. Lograron salir dándose la mano. Abandonaron la habitación. Sólo veían paredes interminables, apenas distinguibles con la luz de la luna. Lograron ver una escalera, pero antes de terminar de subir, se prendió una luz.
Un viejo hombre canoso, tenía un farol en su mano. Rumpelstiltskin pensó en correr, pero se quedó mirándolo a los ojos. Almen se abrazó de su pierna.
-No te asustes niño, nadie te hará daño-Dijo el viejo
Rumpel notó su barba, le pareció no haberla visto antes.
-Lucen cansados, permitiré que pasen la noche acá, pero mañana temprano quiero que abandonen el castillo.
Padre e hijo, sin decir nada, se acomodaron sobre una cama llena de telarañas.
Almen no pudo dormir en toda la noche. Recorrió el castillo, revisó cajones, armarios, y agarró una copa de bronce vieja, un candelabro y una daga con el nombre de Mooneyes.A la mañana siguiente dejaron el castillo y siguieron caminando, pero esta vez entre los árboles para esconderse. Rumpel le pidió la mochila a Almen para comer un pedazo del pan que llevaba. Vio la daga y le tembló el pulso.
-¿De dónde sacaste esta daga?-preguntó
-Del castillo.
-¿Sabes lo que es esto, hijo? Pienso que es la daga del Darkone, si con esta daga le quito la vida a Mooneyes, seré el hombre más poderoso del mundo. Te podré proteger Almen.
-Quiero que trabajes, que no seas un cobarde. Que haga lo que cualquier hombre haría por su hijo. Quiero que seas mi padre. Tomando este poder, sólo afirmas lo cobarde que eres. Además nadie ha visto a Mooneyes en años.
-Lo siento hijo.
Rumpelstiltskin tomó la daga
-Mooneyes, Mooneyes, Mooneyes.El viejo de barba apareció, lo miró a los ojos. Rumpelstiltskin se sintió más nervioso que nunca.
Clavó dudosa y lentamente la daga en su abdomen. Retiró la daga, miró asombradamente la sangre. Una sonrisa inundó su cara al ver escrito Rumpelstiltskin donde una vez había estado el nombre de Mooneyes.
----------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------Espero que les haya gustado el primer capítulo..
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Rumpelstiltskin
FantasyRumpelstiltskin era un padre pobre y muy cobarde. Pero al convertirse en el nuevo Darkone, el ser más poderoso del mundo, su vida cambió repentinamente. Sus oscuras acciones no le agradaron a todo el mundo, por lo que magos, sirenas y otras criat...