II La conformidad en el silencio de un castillo

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Pasaron meses, el castillo abandonado tomó forma, muchas de las personas que le habían hecho algo que le molestase a Rumpelstiltskin, ahora eran esclavos de él. Almen tenía todos los privilegios, pero seguía sin dirigirle la palabra a su padre.

Rumpelstiltskin sentía el deseo de controlarlo todo. Nunca había estado tan feliz. Era tal su situación que su sonrisa no se iba ni cuando recordaba que Milah no había vuelto. A esta altura, ya estaban todos enterados de que el nuevo Darkone habitaba ese castillo.

Rumpelstiltskin tenía a varios soldados del rey que lo habían amenazado, golpeado y tratado de cobarde en el pasado. Quizá por eso, le llegaban cartas anónimas diciéndole que abandone el castillo y siga viviendo en una casa. Pero Rumpelstiltskin siguió su vida como un rey.

Un día le llegó una carta que solo contenía las firmas del rey y de 4 de los más poderosos magos de la historia: Dulce, Gaspar, Intholme y Cuspedo. Rumpel sintió curiosidad de por qué estos magos arriesgarían su vida por el rey, pero siguió confiado, "estos 4 magos nunca podrán vencer al Darkone", pensó

-Señor, tiene  una visita - le avisó uno mientras lavaba sus medias

-Pásale más jabón-dijo Rumpel mientras lo levantaba con magia- dile que pase después que las medias queden blancas.

Rumpel se sentó en el trono, amando el silencio cuando es dentro de un castillo.Las puertas se abrieron y pasó una mujer de pelo oscuro. Apenas se distinguían algunas arrugas en su cara.

-Hola Rumpelstiltskin.

-Hola Milah 

RumpelstiltskinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora