En el fondo del lago, había una cúpula semiesférica, blanca. En ésta habitaban sirenas.
En ésta cueva había pequeñas sirenas aprendiendo nadar, otras sirenas jugaban a la generala, como Úrsula, Vita, Manuela y La reina Rodolfa.
-Necesito ver muerto a Rumpelstiltskin- Dijo Manuela mientras tiraba sus dados.
Sacó generala con los 6.
-Tranquila-Dijo la reina- Ya nos vengaremos
-Necesito matarlo.-Aseguró Vita-Igual creo que le tengo más odio a los hechiceros.
-Ya nos vamos a vengar, chicas... Y triunfaremos- Dijo Úrsula.
Siguieron jugando, cuando el Darkone apareció en la cúpula.
-¡La presa vino a nuestras manos!- Exclamó contenta Rodolfa.
Rumpelstiltskin ató sus manos con telaraña utilizando sus poderes.
Las sirenitas gritaron asustadas.
-Estoy aquí para ofrecerles un trato.-Dijo Rumple que se había enterado que los hechiceros estaban con el rey- Les brindaré mi ayuda para acabar con los hechiceros azules, siempre y cuando, me ayuden a matar a los magos del rey.
-¿Y si te matamos a vos?- Dijo Vita acercándose al Darkone, amenazando con morderlo. Úrsula la detuvo.
-Lo veremos- dijo la Reina.
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Thomas, el hechicero apuesto que Celia había mirado para Belle, le dijo a Ferdinand.
-¿Las sirenas, para Dios, son mujeres?
-¿Por qué te crees que nos guarecimos sobre su cúpula?-Ferdinand
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Rumpelstiltskin
FantasyRumpelstiltskin era un padre pobre y muy cobarde. Pero al convertirse en el nuevo Darkone, el ser más poderoso del mundo, su vida cambió repentinamente. Sus oscuras acciones no le agradaron a todo el mundo, por lo que magos, sirenas y otras criat...
