XXIX Tiempo de caza

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Dispersas por todo el lago, persiguiendo peces, cazando. Así se encontraban las sirenas. En la cúpula blanca solo estaba Vita, cuyo dolor de cabeza aumentaba en cada minuto, y Úrsula, que se había ofrecido a acompañarla.

Vita se encontraba muy transpirada y en un estado en que sufría una gran jaqueca y ciertas alucinaciones, veía la cara de Lumen, pero solo duraba un segundo. La imagen, que era clara, desaparecía rápidamente, como si alguien quisiera impedir esa visión. 

Úrsula oyó un ruido en la sala principal.

-Hola, ¿Hay alguien?-Preguntó confundido Rumpelstiltskin.

-¿Rumpelstiltskin?- Preguntó Úrsula y lo fue a buscar – Pasa por aquí. Sólo estamos nosotras dos, ¿Qué necesitabas?

-Venía a darles la posibilidad de salir a la superficie, no necesitaba nada.

-Ruuum... peelstiiiltskin-Dijo lentamente Vita- cuaando esto pase, te mataremoos.

-Oh, deary, no te conviene decir eso- Le contestó el Darkone.

-Yo voy a decir lo que quiera, tú nos necesitas.-Dijo Vita, ya pudiendo hablar más fluidamente.

-Usar al Darkone y luego matarlo, parece un buen plan.-Dijo sonriente Úrsula.

-Tú caya, Úrsula, que ni siquiera eres una sirena.-Dijo Vita enoja.

-Por lo que veo soy una sirena.- Dijo moviendo su cola- Recuerda que me quedé para cuidarte.

-¿Te quedaste para cuidarme o para no avergonzarte con lo mal que cazas? Recuerda tú, que yo te di ese cuerpo. Y recuerda que no corre la venganza en tu cuerpo. Una cola no te hace sirena.

-Bueno, sí, sí, como digan- Dijo Rumple- les dejo acá las pastillas. Tomen una y cuando salgan a la superficie, tendrán piernas.

El Darkone se fue, dejando discutir a las sirenas, que luego se disculparon.

Cuando llegaron de cazar, las demás sirenas, le compartieron peces a Vita y a Úrsula.

La visión de Vita al fin pudo durar unos segundos más. Se vio sorprendiendo a Lumen por la espalda. "La mataré", pensó

RumpelstiltskinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora