LV El despertar de la razón

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Belle despertó, abrió los ojos deseando no haberlo hecho, pero el día recién comenzaba y el Darkone se enojaría si el desayuno no llegaba a su cama en la próxima hora. Se levantó, sin ganas, su uniforme de mucama ya lo tenía puesto. Se puso sus zapatos de charol y caminó hacia la cocina. De camino a ella pasó por el comedor y por su ventanal. Se sentó en un sillón a mirar el amanecer.

No podía entender como tantas cosas pasaban en ese bosque y parecía no pasar nada. Un bosque vacío, en el que sol comenzaba a asomarse y sólo se movía el sol y alguna que otra nube. No pasaba nadie, ni siquiera para cazar o talar un árbol. Parecía la ausencia misma. Belle entró a pensar que de aquel lado estaba su hermano, Celia con un hijo a punto de nacer y que nada se notaba allí. Comenzó a creer que quizá Belle tenía razón sobre Rumpelstiltskin, que nada de lo que había hecho era por su hijo, si no por sí mismo, que realmente era un cobarde.

Se levantó, preparó el desayuno y lo llevó a su cama. Rumpelstiltskin lo tomó sin decir ni una palabra. Belle se retiró saludándolo con la mano, señal que el Darkone ignoró completamente.


RumpelstiltskinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora