Rumpelstiltskin

L Pérdida

Dexter despertó por la mañana. Miró a su costado y notó que no estaba Lumen. Recordó que la noche anterior ella había salido y no recordaba haberla visto volver. Supo que se quedó dormido, y entonces se levantó a ver si Lumen estaba en el castillo. Le preguntó a todos los que se cruzó si la habían visto, pero ninguno lo había hecho. Se asustó.

Salió del castillo gritando:

-Lumen, Lumen, ¿Estás ahí?

Se acordó que la noche había sido muy oscura y le tranquilizó pensar que quizá se quedó a dormir en su casa por miedo a volver. Entonces fue hasta la casa, pensando en poder sorprenderla con el desayuno.

En el camino vio un cuerpo en el suelo y corrió a verlo. Sintió que el mundo completo se le había caído al ver el cuerpo de Lumen frío, con el cuello mordido y sin latido alguno. Lloró, gritó y pasó horas al lado del cadáver.

Luego entró a su casa, buscó una pala y cavó al lado de ella. No iba a hacer un pozo con magia, Lumen merecía otra cosa.

Después de un rato cavando, arrojó suavemente el cuerpo de su amada al pozo. Lo cubrió de tierra, colocó una cruz y una rosa.

Se arrodilló frente a la tumba.

-Gracias por hacerme saber quién era yo realmente. Gracias por enseñarme a amar. Gracias, Lumen.- Dijo mientras le volvían a salir lágrimas.

Se acostó al lado de la tumba y se mantuvo allí hasta el atardecer.

Cuando el sol caía, Cuspedo lo fue a buscar.

-Ve a recostarte al castillo.- Dijo Cuspedo con una mano en su hombro.- Les diré a todos que no te molesten.

-La amaba, Cuspedo, yo la amaba.-Dijo Dexter.- No quiero nada más en mi vida, ya lo perdí todo. Ni siquiera sé si quiero el poder del Darkone. Ni siquiera tengo ganas de matar a la sirena hija de puta que la mató.

-Pelea por su memoria. Nunca te arrepentirás.

Volvieron y Dexter pasó por delante de todo el castillo con los ojos llorosos y sin dirigirle la palabra a nadie. Fue a su habitación y rompió cada cosa que encontró.

Cuspedo se encargó de comunicarle a la gente la muerte de Lumen.

Intholme se acercó a él.

-Creo que es momento de darle la daga al rey.- Dijo.

-Al fin veremos quién es mi padre.- Dijo Cuspedo.