Ferdinand, luego de despedir a sus compañeros, ordenó a Thomas que elimine otro grupo de mujeres. Juntó a los hechiceros que se habían quedado en el castillo.
-Ustedes cinco,-Dijo Ferdinand señalando a varios magos- irán en busca de mujeres. Ustedes tres, -señaló a otros- ayudaran a Thomas a matar la mayor cantidad de mujeres posible. Y yo, iré con Intholme y también traeremos mujeres.
-Para hacer lo mismo, ¿Por qué no vienes con nosotros?
-Intholme ni siquiera es un hechicero azul.
Fueron algunos de los comentarios.
-La decisión ya fue tomada.-Afirmó Ferdinand.
Cada hechicero fue a hacer lo ordenado por Ferdinand.
Intholme salió junto a Ferdinand, quienes empezaron a caminar.
-Por aquí- señaló Intholme.
-Eres un débil, ¿Cómo puede un sin magia engañarte en la cara? Se burló de ti.
-Mira, Ferdinand. Podrás chantajear al rey, a Gaspar, quizá hasta a Cuspedo, pero yo te podría aniquilar ahora mismo.
-Inténtalo, veremos quién es el que queda aniquilado.
-Ya verás- Dijo Intholme.
Tocaron la puerta de Juan. Éste abrió.
Ferdinand lo atrajo con magia con una mano; con la otra, atrajo una silla. Lo hizo sentar.
-Dime dónde están las hojas-Dijo Ferdinand.
-Ahí-Dijo Juan señalando unos papeles.
Ferdinand las tomó. Y las dejó en menos de tres segundos.
Pasó su dedo sobre el largo de la pierna de Juan, cortándola, haciendo que choree sangre.Puso su mano en el cuello.
-¿Dónde están realmente? ¿Crees que también me engañarás a mí?
Intholme lo miraba sorprendido.
Juan señaló un cajón en un mueble. Intholme buscó. Encontró el libro de los milagros. Sonrió y se lo dio a Ferdinand.
-Gracias- Dijo el hechicero azul. Le devolvió el libro a Intholme y agarró aJuan de la cabeza. Tiró hacia arriba. Los ojos de Juan estaban fijos sobre los de Intholme, al igual que los de Intholme sobre los de Juan.
Ferdinand desprendió la cabeza de Juan. De los ojos de Intholme comenzaron a caer lágrimas que se apuró a secar.
Salieron de la casa.
-¿Qué dijiste que harías?- Preguntó cancheramente Ferdinand
-Destrozarte-Dijo Intholme acercándose a él.
Se acercó violentamente. Ferdinand sonrió. No le temía en absoluto. Intholme lo agarró de su cuello y lo besó. Ferdinand continuó con el beso apasionadamente. Intholme separó su boca, lo miró a los ojos. Ferdinand acerco nuevamente su boca y lo volvió a besar.
-Tenemos que buscar a las mujeres-Dijo Ferdinand.
-Dios no hará ningún nuevo mundo, ¿Cierto?
Ferdinand besó su cachete.-Lo haremos nosotros-Dijo.
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Rumpelstiltskin
FantasiaRumpelstiltskin era un padre pobre y muy cobarde. Pero al convertirse en el nuevo Darkone, el ser más poderoso del mundo, su vida cambió repentinamente. Sus oscuras acciones no le agradaron a todo el mundo, por lo que magos, sirenas y otras criat...