Rumpelstiltskin

IX A young old men

-Hola
-¿Juan?
Juan lucía exactamente igual. Intholme se sintió sorprendido.
-¿Quién eres?
-Intholme, no sé si te acuerdas de mí.
-Seguro, el que me traicionó haciéndome inmortal
-¿Inmortal?
-Por lo menos nunca envejecí
-Lo siento, en ese entonces no manejaba bien mis poderes. Pero, ¿Qué no disfrutas de ser inmortal?
-El hecho de volver a vivir todo, el hecho de que en un momento de mi vida podría formar mi familia número 250. Creo que las cosas van perdiendo su valor, y el saber que tienes tiempo infinito para aprovechar oportunidades hace que simplemente no aproveches ninguna.
Intholme se sintió algo identificado, pero tenía esperanza que con el poder del Darkone su vida cambie.
-¿Sigues teniendo el libro mágico de los milagros?
-Sí, pero hace un tiempo dejó de funcionar, quizá haya perdido su magia.
-Te haré un simple mortal, con la capacidad o defecto de envejecer sí me das el libro.
Juan pensó durante un tiempo. Fue a buscar su libro.

Una profunda sensación invadió su cuerpo. Se sintió libre.

Intholme tenía en sus manos un libro con cientos de hojas del milagro, hojas que harían posible un hechizo contra el Darkone. O eso creía.

Si bien el libro de los milagros ya no funcionaba, decidió quedárselo y darle un libro falso. Lo cierto es que Juan guardaba rencor.

­-¿Por qué te fuiste del pueblo?- Preguntó Juan
-Digamos que tuve que ayudar a un viejo amigo
-¿Mooneyes?
Intholme asintió. Juan se convenció de que sus actos habían sido los correctos.

El mago se dirigió a su castillo. Entregó el libro al rey, le advirtió que no estaba funcionando, que quizá haya perdido su magia.
-Una hoja milagrosa nunca deja de ser una hoja milagrosa. Quizá solo se cansó de cumplir deseos, pero nos servirá.
El rey estaba muy feliz, sólo quedaba conseguir un bebé. No les dijo a los demás por temor a que lleven a cabo el plan sin él.

~~~~~~

En el castillo del Darkone, Dexter conversaba con Rumpelstiltskin.

-Todos los hechizos relacionados con el Darkone requieren un bebé- dijo Rumpel
-No podremos vigilar a todos los bebés y embarazadas del bosque.
-No, claro que no. Los mataremos.
-¿Y en el caso de las embarazadas?

Un guardia interrumpe la conversación

-Disculpe, señor, hay una señorita perdida, busca el pueblo de Minsoterra.
-Hazla pasar- Dijo el Darkone

Los ojos mieles de Lumen se fijaron en los azules de Dexter. Miró su rostro, sus rasgos bien marcados. Su boca, su forma de hablar al decir:

-Sí, ¿Qué pueblo buscas?

Ella no respondía, estaba en blanco

-¿Qué?- Dijo al reaccionar unos minutos después

-El pueblo que buscas, ¿Cuál es su nombre?

- Minsoterra, perdón.

El Darkone había empezado a sospechar de ella, creyó que no respondía porque estaba revisando la seguridad del lugar. Temió por su daga.

-Está a media hora siguiendo el sendero de la derecha. Cuando se bifurque el camino, sigue por la derecha nuevamente. - Dijo Rumpel rápidamente.

Dexter quedó impactado con su cabellera rubia, su forma de caminar y de decir:

-Adiós, gracias.

Lumen llegó a su viejo pueblo, el cual no era más que restos de casas quemadas. Entre los escombros pasó la noche. La luna estaba llena; pero Lumen, vacía.