XXXVI Circunstancias

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Dexter y Lumen llegaron al castillo.

-No puedes pasar sin el consentimiento de Rumpelstiltskin.- Dijo un guardia.

-Soy yo, Dexter, vivo aquí.

-La muchacha no.- Insistió el guardia.

-No me obligues.-Dijo Dexter haciendo un fuego en su mano.

El guardia no sintió amenaza alguna ya que el Darkone se terminaría enterando y echaría a Dexter. Pero al mago ya no le importaba. Pensaba abandonar el castillo y dedicarse a soñar con su amada.

El fuego en la mano de Dexter quemó el cuerpo del guardia. Esto se repitió con cada persona que intentó detenerlos.

Dexter y Lumen comenzaron a buscar en cada rincón del castillo. Las horas pasaban y no encontraban más que telarañas y cucarachas.

-Es inútil.-Dijo Dexter abriendo un pequeño cajón.- No la encontraremos tan fácil. Me temo que no está en el castillo.

-¿Y si tú ya sabías eso?-Dijo Lumen.

Pero no recibió respuesta. Los ojos de Dexter estaban fijos adentro del cajón. Parecía no importarle nada más.

Lumen se acercó a mirar qué había dentro. Pero al verlo quitó inmediatamente la mirada de encima. El corazón latiendo en un cajón la impresionó mucho.

Dexter lo agarró. Lo apretó con suavidad. Sintió un dolor en su pecho. Era su corazón y lo tenía en su mano. Rumpelstiltskin ya no era una amenaza para él.

Lumen se acercó a Dexter. Sin mirar el corazón besó sus labios.

-¿Confías en mí?- Preguntó Dexter mirándola a los ojos.

Lumen no respondió.

Cuando empezaron a salir, El Darkone y las sirenas volvían.

RumpelstiltskinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora