Escribir

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Liam canceló la cuenta ya que era el hombre más terco que puede existir en el mundo,  le insistí en que pagaramos mitad y mitad ya que sé que seria imposible que me dejara pagar a mi,  pero fracasé. No me dejó pagar absolutamente nada.

Fuimos a buscar su coche para ir por unos helados antes de volver a casa,.

Llegamos a una heladería que estaba cerca de casa y pedimos unos helados deliciosos, la chica que nos atendió fue muy amable.

“En seguida joven,  si desea puede tomar asiento con su novia mientras"

"Tomar asiento con su novia" Esa fue la razón por la cual Liam y yo terminamos soltando una muy buena carcajada.

–Ahora somos novios –Dije aún riéndome mientras nos sentábamos

–No me lo esperaba. –Sonrió

–Sí,  fue muy gracioso.

–Cuéntame de ti Rae.

–¿De mi?  Mi vida no es tan interesante. –Dije

–Debe serlo,  la vida de los adolescentes son interesantes. –insistió

–Hablas como si fueras un viejo, tú también eres un adolescente. –Sonreí

–Dime cosas que no sepa de tí. –Rió

–Soy Rae, tengo 18 años y soy de Bradford,  mi papá es médico y mi madre Directora ejecutiva de una compañía de bienes raíces. Me mudé a Wolverhampton  hace dos días y ahora estoy apunto de deleitar un helado  de chocolate junto a un chico que resultó  ser mi vecino.  –Dije

–Que explícita eres. —Dijo con sarcasmo— Me refiero a lo que te gusta.

–Me gusta bailar, también me gusta escribir aunque no lo haga muy amenudo. 

–¿Te gusta escribir?  –Preguntó

–Si,  eso dije. –Sonreí

–Que bien Rae.

–¿Y a tí que te gusta?

–Me gusta cantar. –Respondió sin duda alguna

–Me gustaría escucharte algún  día.

–¿En que piensas o en que te Inspiras cuando escribes? –Preguntó con curiosidad

–En el amor.

–¿En el amor?  –Preguntó

–Sí,  pero no escribo por estar enamorada, escribo para sacar las cosas que siento.

–Es  muy interesante. Debe ser un privilegio  que escribieras para alguien en especial.

–Jamás lo he hecho. –Dije

–Quizá algún  día puedas escribir sobre mi. –Dijo bajando su tono de voz

–Podría escribir que eres un viejo prematuro. –Solté una carcajada

–Muy graciosa. –Dijo riendo.

–Eres una gran persona Liam, No entiendo por qué  ella te hizo eso. –Cambié de tema

–Quizá porque no significas lo mismo para todas las personas.

–Eso es decepcionante,  es difícil enamorarse de alguien en estos tiempos. –Dije

–El tiempo sigue siendo el mismo,  las personas no.

–Ese es el detalle,  que te rompen el corazón sin importarles nada.

–¿Cuantas veces te han roto el corazón? –Preguntó

–Una sola vez.

–Quizá aún no has conocido al verdadero amor.

–Estuve con un chico que me engañó a los dos meses.

–Quizá llegará alguien que se quede, que  te haga olvidar todo, tanto que olvidarás tu vida y escribirás una nueva junto a él.

–Eso es lo que espero cada día  de mi vida. –Dije

–Bueno, olvidemos todo eso que te pone triste tanto a tí como a mi,  y mejor disfrutemos las malteadas que ya vienen a traernos.

–Jamás había comido tanto.  —Dije— ¿Ahora que haremos? ¿A donde iremos?

–No lo sé. —Contestó— pero tal vez...

–¿Ta vez qué? –Pregunté

–¿Quieres ir a la fiesta?

–Ya te dije que no iré si tú no vas.

–Iremos los dos. –Dijo

–¿De verdad? 

–Sí,  la pasé muy bien contigo hoy y bueno, tú quieres ir a esa fiesta.

–¿Estarás bien?

–Voy a estarlo Rae

–¿Lo premetes?

–Lo prometo

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