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—Ja, ja, ¿Qué hago acá, yo?—pregunta Aien mientras se ríe.

—Mí conciencia—. Repito nuevamente.

—¿Qué?

—Yo tampoco lo sé. Luego te diré—. Le aviso.

—Ok. Pero ahora, ¿Qué hacemos?

»Tienes que tratar de matar al muerto que estaba con Giuliana, si no pueden no se hagan problema. Traten, seria lo mejor.«

No tengo problemas en matar a alguien que ya esta muerto. Ningún problema, pero, ¿Con qué lo matamos? No creo poder con las manos. O, no se, estoy confundida.

Me fijo en el reloj que estaba por el pasillo de arriba y son las 04:30 A.M. ¡Que tarde! Pasó demasiado rápido el tiempo, demasiado.

—Son las cuatro de la mañana. Creo que tendríamos que ir a matarlo lo mas rápido posible.— Digo y todas me miran confundidas.

—¿Matar a quién?—pregunta Luzmila.

—A el muerto viviente. Supongo.

—¿What's tha fuck?—

—Bueno...—. Contesta Giuliana.—Vamos, ¿No?

Bajamos las escaleras y cuando tocamos el suelo con los pies, éste se cambia de color, ¿Qué? Si, yo tampoco puedo creerlo.

—Ja, ja, ja, dios—. Dice Jazmín riéndose.

Al voltearnos vemos a Luzmila atada en las columnas que hay para que resista el techo de la escuela. Estaba con una cuerda fina pero bien atada, cinta en la boca y no podía moverse. Rápidamente fuimos a desatarla.

—¿Quién fue, luzmila?—pregunto.

—No lo se. Paso muy rápido, era un tipo. No pude verle ni la cara.

Bueno, esto cada vez se pone más raro aún.

—Vamos a el patio, ya son las seis de la mañana, ¡Hace un rato eran las cuatro!—digo.

Nos vamos por el pasillo y al llegar al patio principal, miro hacia el escenario y veo a Maxi, solo.

—¿Qué hace Maxi allá?—Pregunta Giuliana.

Maxi la escucha y clava su mirada en Marisol, no le puede quitar los ojos de encima...

—Creo que alguien gusta de vos...—le digo mientras le golpeo el hombro brevemente.

—Él tambien me gusta.—confiesa.

Se acerca hacia nosotras y le dice a Marisol:

—¿Qué hacen acá?

—Nada, es que estábamos aburridas y vinimos un rato para acá. Y vos ¿Qué haces acá solo?—Contesta Marisol.

—Te quiero decir algo,ven—. Ordena  mientras le agarra la mano y se la lleva hacia el salón de matemática.

Nos quedamos sin hacer nada hasta que luego viene Marisol limpiándose los labios, ¿Ok?

—Ey, Aien. ¿Viste lo que habían escrito en el salón?—pregunta Giuliana. Seguramente esta usando una estrategia.

—No la vi. De paso, quiero recorrer la escuela, ¿Me acompañas, Giuli?

—Si. Vayan.—les digo.

Cuando ya se van hacia la biblioteca, Marisol pone una sonrisa de oreja a oreja. No resisto y le pregunto:

—¿Qué paso con Maxi?

—Me dijo que gustaba de mí...

—¿Eso solo?—pregunta Luzmila.

—Le dije que yo tambien y entonces me besó.—confiesa.

Bueno, esta bien que guste y demás. Me parece raro que haya un "Romanticismo" mientras que estamos atrapados y nuestras vidas pueden acabar en cualquier momento.

—¡Ay no!¡Estoy re feliz!—dice sacudiendo las manos. Marisol cuando esta feliz siempre las sacude. ¿Por qué? Ni la mas mínima idea.

—Chau, Mari—. Dice Maxi mientras se va hacia el salón de Lengua.

Atrapados En La Escuela. © [Libro 1 y 2/Editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora