17

98 9 2
                                    

¿Sobrevivir? Es casi imposible de lograrlo. Ella no jugará por la vida tratando de no morir;lo haré yo.

-Eso es.. imposible. -susurro, levantándome poco a poco, lentamente.

»Yo confío en ti. Lo lograrás. Yo lo sé.«

-No te gastes tus expe..

Me interrumpió.

»Yo te ayudaré. Si tú falleces, yo también lo haré. ¿Crees que dejaré que ocurra?Por supuesto que no. Ni lo pienses, Aylen.«

No respondo y decido levantarme por completo.

Al levantar la mirada, automáticamente ya nos encontramos en la arena.

La reconozco inmediatamente, es la arena de los "Juegos del Hambre", la primera película, la del primer libro.

Miro atentamente, faltan algunos compañeros. Pero, honestamente, no recuerdo quiénes.

Veo y los reconozco, voy susurrando sus nombres.

-Lucas, Alexis, Marcos, Marisol, Luzmila, Giuliana, Jazmín, Dante, Emiliano, Valentín, Federico y... Yo.

Que extraño, somos sólo 12, cuando en realidad tendríamos que ser 24.. Ahora, ¿Qué distrito seré? O...¿No hay distritos? Si es así, nos mataremos entre nosotras, no importa en distrito; porque no hay.

En un momento veo a Alexis ya listo para salir directo a la cornucopia.

-¡No!¡Alexis, no lo hagas!

No me responde.

Me mira con furia.

Sigue preparándose hasta que en centésimas baja de el punto de salida. Apenas toca el verde y hermoso césped, automáticamente voló; explotó. Murió.

-Esto es de vida o muerte. No es un juego. -advierto.

»Dale, tienes que contar. Es de el 10 hasta llegar al 1, luego grita "Ya" y comenzarán a matarse como nunca has visto.«

-¿Ahora mismo?

No contesta.

Supongo que ya es hora de empezar.

Nerviosa y con la voz rota empiezo a contar descendentemente.

- Diez... Nueve... Ocho... Siete... Seis... Cinco... Cuatro... Tres... Dos... Uno...

Me quedo automáticamente paralizada, realmente me cuesta empezar. No quiero hacer esto.

-¿No hay otra opción?

»No. Dale, empieza.«

Ya es tiempo.

-Preparados...¡Ya!

Soy la primera en salir del punto de salida y en dirigirse a la Cornucopia.

Al llegar recojo un cuchillo, un arco y flecha y una pequeña mochila donde debe de haber cosas que podrán servirme, esperemos.

Me volteo y veo a Valentín con un cuchillo temblando apunto de tirarmelo directo a la espalda.

Realmente me va a doler todo el alma hacer esto.

Se lo lancé. No moriré yo. Ni pensarlo. Al mirarlo nuevamente, el cuchillo directo en el pecho. No imaginarán todo lo que me duele verlo así.

»¡Agachate

Le obedezco y rápidamente un cuchillo roza sobre mi espalda.

¿Quién era? Lucas. No podía creerlo.

»Corre. Corre hacía el bosque. Tú eres Katniss. Ja ja. ¡Apurate!«

Obedezco nuevamente, pero antes tenía algo pendiente con Lucas.

Algo que no le gustaría, obviamente.

Quiero y tengo que hacer que pague por la cortadura que seguramente me habrá dejado en la espalda.

Atrapados En La Escuela. © [Libro 1 y 2/Editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora