Atrapados En La Escuela. © [Libro 1 y 2/Editando]

12

»No me cansaré de decirte que no me subestimes, Aylén.«

—Pff.. Yo no te subestimo, quien quiera que seas.—mentí.

»Antes de mentirme, acuérdate que soy dueña de tus pensamientos. Yo se que piensas las veinticuatro horas, cada segundo de todos los años...Acuérdate «

—Entonces hazme dejar de subestimarte.—ordeno.

—¿A quien le hablas, boluda?—pregunta Marisol mientras se pone la campera.

Me volteo a verla por unas centésimas de segundos, me volteo nuevamente y sigo susurrándole a la puerta.

Si yo no supiera que mi conciencia me habla y dice todas estas boludeces, tambien estaría confundida.

—¿Dónde estas?—pregunto.

»¿Donde está quien?«

—Tu. Ven y da la cara, ¿No?

»Nunca me veras, soy tu conciencia. ¡CON-CIEN-CIA!«

—Ah, estuviste repasando lengua..

»¿Que clase de broma es esta?«

—Pues.. Hace un rato me dijiste con-ci-en-cia, idiota.

No responde.

Nos volteamos hacia el pizarrón al escuchar un ruido extraño, aunque es lo más común que sucedió hasta ahora; un simple ruido...

—¿¡Que mierda!?—grita Marisol mirando aterrada hacia el pizarrón. Volteo para entender porque gritaba así.

Al voltearme veo una luz alumbrando a la esquina del pizarrón, nada tenebroso. A los segundos después, aparece una figura extraña y eso si que es tenebroso. ¿¡Que mierda es eso!? ¿Un alienígena? No lo se, pero es un ser extraño.

Empezamos a gritar como unas pocas, capaz que nos oigan y nos saquen de este salón.

»No podrán oírte, ya que...¿Para que explicarte?«

—Gracias por tu ayuda.—contesto sarcásticamente.

De un momento para el otro el ser extraño que estaba en el pizarrón salió, seguramente no va a quedarse a jugar con nosotras. Viene a matarnos.

—¿Alguna arma?—pregunto en joda.

—Si, tengo una tijera.—contesta entre carcajadas Marisol.

—Pues..emm..dámela.—ordene seriamente.

Marisol saco una tijera de 30 centímetros aproximadamente y me la tiro rápidamente.

El monstruo verde se acerca hacia nosotras tratando de..¿Comernos?¡Vivas!

Corre detrás a Marisol y ella retrocede con la misma intensidad, lentamente. Al rato ya la tiene en la pared, Marisol del susto dice:

—¿Jugamos al ajedrez?—metiéndose la mano en el bolsillo.

—No es el momento para bromas.—susurro.

Ella saca de su bolsillo ¡Un cuchillo!¿Que carajos?. Me quedo paralizada y mientras Marisol le va sacando cada ojo, cortando la nariz y demás, ¿Que clase de amigas tengo?

El monstruo se voltea y me mira a mi con el ojo que le queda, al otro Marisol se lo sacó. Todavía no puedo olvidarlo.

Se acerca rápidamente a mi y automáticamente me caigo al suelo del susto, supongo. Retrocedo con las manos hasta que quedo en un costado, y en frente tengo al monstruo, todavía no se que mierda es.