Atrapados En La Escuela. © [Libro 1 y 2/Editando]

16

-Rastrevíspulas.-susurro.

-Es mejor que entremos a la biblioteca.

Asiento con la cabeza y corremos rápidamente los dos metros que nos quedan para llegar.
Llegamos y veo a todos mis compañeros reunidos en la mesa larga y de madera clara.

-¿Qué sucede?

Nadie me responde.

»¡Felices Juegos Del Hambre!Y que la suerte este siempre de vuestro lado.«

¿¡Qué!?No, no quiero eso. No quiero estar encerrada en la arena sin comida, con frío y encima...Matando a mis compañeros. No puedo.

-No, no puedes hacerme esto. Por favor.

Me miran confundidos.

-¿Qué miran? Metansen en sus asuntos, ¿Quieren?

Dante se levanta y se acerca hacía mi, lo que provoca unos breves celos a Lucas. Se le nota en su gesto, y en esos ojos cafés claros.

-¿Qué pasa, Aylen?

-Los Juegos del Hambre. Matar. Sobrevivir.-susurro con la mirada baja.

-Tu conciencia, ¿Cierto?-pregunta Lucas.

Subo la mirada y se la dirijo a él.

-Eso mismo.

Dante nos mira confundido, así que procedo a explicarle.

-Estamos todos reunidos acá porque habrá un Juegos Del Hambre. Vamos a tener que matar ¡A nuestros propios compañeros de toda la primaria!. Tenemos que sobrevivir, sobrevivir a las trampas de el Capitolio. Moriremos de frío, hambre o...Lastimaduras de las armas...

Dante decide interrumpir.

-¿Me lo dices enserio? Aylen, dime la verdad.

Penetro mi mirada en la suya con un gesto serio. Completamente callada; mi mirada lo dice todo.

-Oh, pero... ¿Por qué?¿Quién te dice eso?¿Te dan pistas?

Lo miro a Lucas y él procede a hablar.

-Su conciencia. Ella cree que su conciencia nos atrapó aquí.

Inmediatamente mi conciencia lo interrumpe, prohibiendo que pueda escuchar lo que continúa diciéndole.

»¡Te deje atrapada para que veas que la vida no sólo tiene momentos buenos! ¡Entiende, ignorante!¡Eres una estúpida!«

Siento cada vez más furia hacía ella.

-¡Basta, idiota!¡No te soporto más!¡Largate y déjame!-grito poniendo mis manos en sobre la cabeza y tirándome al piso inmediatamente.

Ellos reaccionan rápidamente y me empiezan a preguntar:

-¡Aylen!¿¡Qué sucede!? -pregunta Lucas tratando de verme directo a los ojos. Lo cual se le hace imposible; estoy con la mirada baja y me rehúso a verlo a los ojos.-¿Qué sucede, cariño?

No es el momento.

Decido ignorarlo y seguir con mis asuntos.

-¿Crees que no he sufrido en la vida? He sufrido y tú lo sabes.-susurro.

»¿Te acuerdas la primera vez que te hablé, cuando eras recién nacida?«

-Claro que no.

»"Serás feliz, -dijo una vez la vida -pero primero te enseñaré a ser fuerte.«

-Y..¿Me estás enseñando a ser fuerte?

»Eso mismo, Aylen. Mataré al que lo merezca, haré lo que tenga que hacer. Lo importante es que sobrevivas y entiendas la consigna.«

-¿Estás dispuesta a todo...por mí?

»Por supuesto, Aylen.«

Ahora todo tiene sentido. Aunque, no por completo.

Estas charlas con mi conciencia son las que me gustan, no esas que me trata como su muñeco.

-¿Y, ahora que hacemos?

»Sobrevivir.«