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Se acerca a mí. Tengo que admitir que tengo miedo, no pensé que me obedecería.

— ¿Creés que lo haría?— Lanza el cuchillo atrás.

— Mi vida no tiene sentido, Jaz. Maté a mis amigos, reconocí sus partes más malvadas que pudiesen haber tenido. Me han traicionado. He conocido mejor a Lucas, pero eso en este momento no me interesa. Creo que él también me oculta algo. Conocí a una chica que estaba dentro de mí, primero la odiaba, no la soportaba. Luego, noté que me quería ayudar, sólo que yo no le prestaba atención. Ella se fue—. Suspiro.— Matame.— Obligué firmemente.

— Aylen, te diré algo.

—¿Antes de matarme? Está bien.

Me miro con los ojos bien abiertos y su mirada no se encontraba feliz.

— ¡No te voy a matar! ¡Por favor! ¡Eres mí amiga!

Sonrío falsamente.

— Necesito a alguien con quien hablar. Que haya estado conmigo.

— Si quieres llamo a Lucas.

En ese momento, antes de que yo pudiera aceptarle, volvió la única que me ha apoyado.

»¿Por qué Lucas?¡Si estoy yo!«

Mi sonrisa se vuelve tan amable.

— Conciencia... Te extrañaba mucho. Mira, te necesitaba. Necesitaba tus órdenes, tus datos, tus comentarios graciosos.
»Calmate, ya volví y no pienso irme. Lo siento por ti. Veía como te maltrataban. No podía hacer nada.«

Hablar con ella me tranquiliza.

Le pedí a Jazmín si se podía retirar. Asiente y sigo mi conversación.

— Espera... ¿Cómo que me maltrataban?

»Aylen, los médicos trataron de provocar tu muerte. Te has salvado, realmente, no sé cómo.«

No podía creerlo.

— ¿Esto es una broma?

Como no contestó, supongo que me hablaba en serio.

Al cabo de un rato, ella me vuelve a hablar.

»¿Puedes levantarte? Fíjate si el dolor se ha ido.«

— ¿Qué has hecho?

»Curarte, Aylen.«

La obedezco y, al levantame sin ningún dolor, me quedé paralizada. ¿Mi conciencia me curó?

Sonrío y me dirijo rápidamente a buscar a Lucas.

Él me recibe sorprendido.

— ¡Aylen! ¿Estás bien?—Asiento.— Me alegro, bonita. ¿Querés que nos vayamos?

— Espera... ¿Todo ya terminó? ¿Somos libres?

»Aylen, esto recién está empezando.«

Esa respuesta me quitó la sonrisa.

— ¿Qué sucede?

— No Lucas, nada. Vámonos.

Agarré mis pertenencias(Las cuales no eran muchas) y con Lucas y Jazmín decidimos salir del hospital.

Antes de que abramos la puerta, mi conciencia me informa:

»Antes de que te sorprendas... Tengo que confesar algo: ¿Viste que tienen dieciocho años? Bueno, en realidad no fue ninguna clase de truco en la edad. Si no que, en realidad, el tiempo avanzó. Esto significa que hace seis años tu familia no sabe nada acerca de ti, ni de nadie. Familiares murieron, la ciudad cambió, etcétera.«

Atrapados En La Escuela. © [Libro 1 y 2/Editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora