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»Democracia.«

— No entiendo, perdón.

»La cuidad, como la ves ahora mismo, fue un intento de democracia. Uno de tus compañeros se "apoderó" de la ciudad, por así decirle. Tenemos que obligarlo a que deje el cargo de presidente. Hay que volver a la democracia.«

— Si deja el cargo, ¿Quién lo ocupará?

»Eso luego se debatirá.«

Ojalá no sea yo.

— En fin, ¿A dónde tenemos que dirigirnos?

»Al monumento. Ahí se encuentra actualmente el que intenta apoderarse del país.«

Volteo y le informo a Lucas y Jazmín:

— Hay que ir al monumento.

— ¿Ahora? Aylen.— Se acerca a mí—. Sabes que te amo y demás, pero está demasiado lejos.— Ríe.

— Lucas callate, ¿Quiéres?— Dice Jazmín mientras abre la puerta.

Lo miro a él a los ojos y sonrío. A continuación le pregunto:

— ¿Vamos?

Me acerco a Jazmín y él nos sigue detrás.

Al bajar del edificio, me dirijo rápidamente al auto que se encontraba estacionado en frente mío.

— ¿Puedo?— Sonrío malvadamente.

— A la verga, preparen las tumbas.

— ¡Jazmín!

Se calló.

¿Cómo iba a abrir el auto?La única forma que se me ocurre: romper el vidrio.

Entro por la ventana a la cual le había sacado el vidrio por completo y de adentro logro abrir la puerta.

— ¿Los llevo?

Se ríen mientras entran.

— Acaso, ¿Sabes manejar?—Pregunta Lucas que se encontraba del lado del acompañante.

Niego con la cabeza y pongo en marcha el auto.

— No sé, pero he visto a mi padre manejar. Esto será fácil. Aparte, siempre quise hacerlo.

— Como digas.












Jazmín sale del auto y se tira al suelo.

— ¡Por fin libres!

— Ni que haya matado a cada quién que se cruzara.

— No, tan sólo nos hiciste pasar por cada rincón de la tierra en quinta. ¡Casi chocas a un peatón!

— Por favor, aunque lo chocara... Ese peatón ya estaba muerto.

Me miró confundida y sorprendida a la vez.

— ¿Estaba muerto? ¿Cómo lo sabías?

»¡Yo!¡Tu conciencia!«

— Ya lo sé.— Me dirijo a Jaz:— Mi conciencia me lo dijo.

Río ante mi comentario.

— ¿Acaso es un dios o qué?

— Algo así—. Aparece Lucas detrás.

— ¿Recién bajas del coche?— Pregunto.

— Revisé el auto, encontré varias cosas.

Abrió la bolsa que traía con él y empezó a sacar los objetos que contenía.

Cuatro celular, dos abrigos, variedad de ropa, un espejo.

— ¿Eso es todo? Tenemos para sobrevivir.— Río. Lucas niega.— ¿Hay algo más?

— Sí.— Saca de la bolsa tres armas, no esas pequeñas, si no esas que normalmente usan los policías en casos de emergencia.— Armas.

Tengo una debilidad hacia ellas, siempre quise usar una

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Tengo una debilidad hacia ellas, siempre quise usar una.

Las reconocí al instante.

— Armas de fuego de alto calibre.

»¿Asesinas con ellas o qué?«

— No, sólo investigo.— Susurro mientras me acerco a esas hermosas armas.— Pasame una.

— No creo, Aylén.

Me volteé y le dije a Jazmín:

— No te metas, ¿Entendido?

Retrocedió un paso.

Él me pasó una con mucho terror e incluso lo dudó.

— Cuidado—. Me avisó.

La agarré y lo primero que hice fue apuntar a Jazmín.

Era broma, quería causar miedo. Pero, en ves de eso, Lucas me la arrebató.

— ¡Oye!

— ¿¡Nos matarás!?

Reí.

— No, idiotas. Quería ver cómo reaccionaban.—Me acerco a Lucas y agarro nuevamente lo que me corresponde.

Ahora sí, basta de bromas.

Apunté a un pequeño balón que se encontraba en la otra cuadra.

Apreté el gatillo y la bala rápidamente atravesó y desinfló éste.

— ¿De dónde sacas tanta puntería?

— Jazmín, ni yo lo sé.— Cambio de tema.— Lucas, ¿Traes más balas?—Asiente.— Bueno, vamos.

— ¿A dónde?

»Ya están en el monumento, ahora solo queda buscar al presidente tarado.«

No aguante las ganas de reír.

—¿Por qué tanto odio?—Susurro.

»¿Viste lo que le ha hecho al país?«

—¿País? ¿No era solamente esta ciudad?

»Se propagó.«

Lo único que faltaba.

— ¿Terminaste?— Preguntó Lucas.

— Si.— Asiento con la cabeza también—. Vengan.

Decidimos separarnos.

Lucas se dirige para la plaza. Jazmín se acerca para los negocios. Yo decido ir al bosque.

»¡Mira el lugar que eliges!No sé si es coraje o miedo. ¿Quién gobernaría en el bosque? Ja.«

Ya verás quién lo gobierna...— Sonreí psicótica.



Atrapados En La Escuela. © [Libro 1 y 2/Editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora