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Seguramente ya notan que estamos cerca, espero que no hayan sentido de donde fue el sonido.

Marcos sube poco a poco la cabeza, cada vez me siento más nerviosa. Antes de que termine su mirada en mí, algo cae sobre él, ¿Aien?

Lucas empieza a llorar de la risa.

—¡Callate, idiota!—. Grito en voz baja tapándole la boca.

Niega con la cabeza, con la esperanza de que yo quitara mi mano de su rostro. Lo logró.

— Por suerte en dos días más no me acordaré de nada. —susurro.

»¿Qué?Tu recordarás absolutamente todo. Ellos no recordarán nada.«

Mi conciencia ya invadió mis pensamientos propios.

Lucas me mira confundido.

Lo ignoro.

De repente me caigo al suelo con Lucas. Caemos alado de Aien.

Enseguida, una luz viene y se la lleva a Aien. Nuevamente...¿Qué?
Se me cierran los ojos, no tengo la suficiente fuerza para levantarme. Ya tuve esta experiencia, ya se cuál es: Mi conciencia quiere hablar conmigo en un profundo sueño, donde en cualquier momento caeré.

En segundos ya me reencuentro en ese tal sueño.

SUEÑO

—Bueno, nos volvemos a escuchar. Tú el otro día me habías dicho que querías hacerme una pregunta, hazlo ahora. —. Mi conciencia empieza a hablar.

—Ya no me la acuerdo. ¿Cuánto quieres que la reserve para ti?

— Esa no es forma de contestarle a una persona que tiene más poder que ti, Aylen.

—Callate.— Respondo en un mal tono—. Y, ¿Para qué me trajiste?—.  Cambio de tema.

— Lo que quiero decirte es que, en este período de tres días, también habrán pistas que completar.

— Ah, está bien. ¿Dónde puedo encontrar la siguiente pista?

— La pista número "2" está transcurriendo: Los tres días con 18 años. Bueno, la pista número 3, la encontrarás en el "Destroza este diario" que actualmente se encuentra en la biblioteca—.Informa y ayuda. Como me gustaría que fuera así todo el tiempo.

— Está bien, gracias. Pareces más amigable en estos sueños.— Confieso.

—Te diré el por qué, pero ya es tarde. Tienes 8 horas para encontrar el libro y completar la pista.

FIN DEL SUEÑO

Me despierto y muevo a Lucas para que también lo haga. Todavía no sé si está dormido o no puede levantarse.

—Lucas, Lucas. Despierta—. Sacudiéndolo de lado a lado.

Él se voltea y responde:

— Ya me levanté, Aylen. ¿Qué quieres?

—Necesito que me ayudes.—Sonríe—. No, no en ese sentido. Nada amoroso, Lucas. ¿Bueno?

—Bueno. ¿En qué te puedo ayudar?

— En completar las misiones que me dan.

Me mira confundido.

Río.

—¿Qué?¿Quiénes te dan esas pistas?

—Mi conciencia.— Decido confesarle.

Estalla de la risa.

— Ya, dímelo—. Exige y lo miro seriamente.—¿Es en serio?

— Lucas, ¿Por qué quisiera mentir en este momento?

— Ven.

Me acerco a él y trata de besarme. No lo logra, ya que lo prohíbo al tapar su boca nuevamente.

— No es el momento.

—Aylen. — Me nombra.

—-¿Sabes qué? Si no quieres ayudarme, no lo hagas. Lo haré sola.

Él se levanta y me abraza. Yo decido seguirle la corriente.

—o, no lo harás sola. Solamente, ¿Puedes decirme lo de tu conciencia y todo eso?

— Claro.




Luego de explicarle durante una hora, por fin logró comprender.

—Bueno, ya te conté toda la verdad. Vamos a la biblioteca, hay que buscar el libro.

— Está bien.

Nos dirigimos hacia la biblioteca, ya que la tenemos en frente nuestro.

Antes de entrar, noto unas breves cosquillas en la espalda, asi que digo:

—Basta, Lucas.

—¿Qué?

—Dejame de hacer cosquillas, ¿Quieres?

— Está bien, pero no te estaba haciendo cosquillas. Estoy alado tuyo.

Me volteo y me doy cuenta que Lucas decía la verdad, él no era.

Atrapados En La Escuela. © [Libro 1 y 2/Editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora