Capítulo XXI

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Y efectivamente, cuando el grupo Skaikru avanzaba la vio, vio a Clarke entre el grupo, cuando sus miradas se unieron, ambas aceleraron el paso para encontrarse, y cuando se tuvieron apenas a unos centímetros las dos lanzaron una pregunta sobre la otra:

-Clarke: ¿Estás bien?

-Lexa: ¿Qué demonios haces aquí?

La cara de asombro de Clarke desconcertó a Lexa, sabía que eso no era un buen saludo y más conociendo a la rubia.

-Lexa: Yo...Lo siento, estoy bien. Es que no quiero que estés aquí Clarke, esto es peligroso. Estamos en guerra.

-Clarke: No es la primera vez que estoy en una. (dijo con un tono seco y cortante).

-Lexa: Esto no es seguro, no tenemos el control.

-Clarke: Nos haremos con él. Voy a ayudar a Niko y otros médicos que han venido de Arkadia con los heridos, cuando terminé vendré a por ti, quiero echarte un vistazo, y no me vale un "estoy bien" por respuesta, ¿entendido?

A Lexa sólo le quedó la opción de asentir sin poner ninguna oposición a la joven, cuando se ponía seria, sabía que no había forma de hacerle cambiar de idea.

El resto del día fue pasando, Triku y Skaikru trabajando más unidos que nunca, a los ojos de Lexa era algo fascinante, eso era lo que ella había deseado con la unión de clanes, que en un momento de necesidad los demás acudiesen en ayuda, sin condiciones, sin promesas, por voluntad propia. El pueblo Skaikru ayudaba a los suyos como iguales, las casas y tiendas parecían estar controladas al igual que los heridos, tras el ceremonial donde los cuerpos de los fallecidos eran quemados, todos los presentes se sentaban formando pequeños grupos, mezclándose ambos grupos, no había diferencias, hablaban y hasta parecía que bromeaban mientras cenaban y bebían algo tras el largo día que habían pasado.

Lexa se acercó a Marcus que se encontraba en uno de esos grupos acompañados por gente de Arkadia, del campamento Triku y de Indra, el hombre se levantó al ver como la ex comandante se acercaba a ellos.

-Lexa: Gracias Marcus, la labor del pueblo Skaikru nos ha servido de gran ayuda, te lo agradezco enormemente.

-Marcus: No tienes que darnos las gracias, ahora estamos juntos en todo esto, tu gente es mi gente Lexa. (mientras apoyaba su mano en el hombro de la joven).

Lexa hizo un gesto de dolor al notar el roce de la mano de Marcus.

-Marcus: ¿Estás herida? Deberías dejar que Clarke le eche un vistazo a eso...

-Lexa: No, estoy bien, es sólo un arañazo (pero Lexa recordó la anterior noche, cuando apartó al niño de la espada de aquel hombre, era evidente que la espada le había alcanzado a ella, pero con todo el ajetreo ni se había dado cuenta, ni si quiera había sentido el dolor).

Cuando quiso abandonar la escena, se encontró con los ojos de Clarke, que la miraba regañándola sin decir ni una palabra.

-Clarke: Vamos (fue lo único que dijo la joven)

Lexa la acompañó a una pequeña tienda que le habían asignado a la rubia para descansar los días que pasara allí.

-Clarke: Te dije que vinieras a buscarme para mirar si tenías alguna herida.

-Lexa: Estoy bien, no tengo nada.

-Clarke: ¿Enserio? Acabo de ver tu gesto de dolor frente a Marcus. Vamos siéntate (señalando hacia una pequeña cama que había al fondo de la tienda).

WE ARE WHAT WE ARE  (Español)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora