Capítulo XXXII

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Sarah decidió contarles la historia, o al menos aquello que conocía con exactitud, no sin antes comprobar que no había nadie merodeando cerca de la tienda, contaban con la ventaja de que estaba alejada del centro del campamento, para así ser cuidadosos.

Se sentaron los tres a una distancia muy cercana para evitar que su voz pudiera ser escuchada por alguien ajeno a la conversación.

-Sarah: Cuando ocurrió lo de mi hermana sabes que salí de Polis, (Decía mientras en un primer momento miraba a Lexa), no quería seguir estando en aquel lugar, donde prácticamente nos habíamos criado y todo me recordaba a ella. (Contaba mientras Ian y Lexa escuchaban atentamente). -Así que me dedique a sobrevivir de aquí para allá, sin rumbo ni destino fijo. Me llegaron noticias de un pequeño grupo que vivía fuera de los límites de las tierras del comandante, comentaban que en sus filas tenían a una sangre negra que había decidido abandonar su antigua vida.

-Lexa: Luna...

-Sarah: Exacto. No lo pensé, me dirigí hacía la zona según lo que me iban comentando por el camino, me alegraba la idea de volver a ver una cara conocida, de volver a conectar con alguien de mi vida. Llegué a dicho grupo y me aceptaron sin problemas, claro está tu hermana era su líder, pero no era autoritaria, más bien era cómo tener a un maestro enseñando a los más pequeños y ayudando a los más ancianos, mientras los jóvenes se encargaban de mantener el campamento en buenas condiciones.

-Ian: ¿Y cómo paso ese grupo a convertirse en este?

-Sarah: Ah no, no son el mismo, bueno en parte sí. (Decía mientras agitaba sus manos). A ver, me explico, es que es algo complicado, pero bastante sencillo a la vez.
El grupo formado por Luna digamos que fue absorbido por el de Enam, eran salvajes y autoritarios, pero solo eran unos cuantos, no más de quince. Lo que ocurrió es que Enam animó a unos cuantos de nuestro grupo a unirse a sus filas, con la esperanza de llegar al poder, de luchar y llegar a Polis. El caso es que cuando nos quisimos dar cuenta Enam había engordado sus filas, dejando en nuestro grupo a poca gente que pudiese luchar de verdad. (Hizo una parada en la historia mientras levantaba su vista dejando escapar un suspiro). -El resto fue un desastre. Organizamos un plan que pensabamos que podría funcionar, unirnos a Enam, pero era mentira, solo queríamos estar lo más cerca posible para derrocarlo, para acabar con todo esto.

-Lexa: ¿Mi hermana permitió todo esto?

-Sarah: Tu hermana pensaba que hacia lo correcto, Lexa. Ambas lo pensábamos. Pero de un momento a otro, Enam tenía a tu hermana bajo su control, a mi no me quedaba más remedio que unirme a sus filas, para así estar lo más cerca posible de Luna e intentar protegerla. El resto del campamento tuvo que unirse igualmente a Enam, era eso o morir. Nadie quiere seguir al lado de ese tipo, pero le temen, temen lo que puedan hacerle a ellos y a sus propias familias.

-Ian: Por eso lo de la niñita Lexa. (Comentó mientras observaba la cara de concentración de la ex comandante).

-Sarah: ¿Qué niña?

-Lexa: Nada más llegar al campamento se me ha acercado una niña pidiéndome ayuda.

-Sarah: Esto....esto está mal. Les decimos que tienen que tener cuidado. (Decía la joven mientras dejaba caer su espalda sobre la silla y acariciaba su frente con una de sus manos).

-Ian: ¿Les decimos?

-Sarah: Prácticamente todos los guardias están en contra de Enam, solo hay un par que lo siguen verdaderamente. Nos dedicamos a mantener la calma entre ellos. Cuando te vieron llegar ante Enam, muchos de los mayores te reconocieron, todos ellos te respetan y admiran, un hilo de luz se despertó en ellos, piensan que si derrotas a Enam obtendrán su salvación y podrán volver a su vida de antes.

WE ARE WHAT WE ARE  (Español)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora