Capítulo XXXIV

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Octavia arrastraba de ella prácticamente. Corrían tras Ian que portaba el cuerpo de Lexa en sus brazos y del guardia que iba en cabeza indicándoles el camino a seguir. Su mente estaba nublada por completo, cuando sintió que el cuerpo de Lexa caía frente a ella su cuerpo y mente perdieron por completo la labor de reaccionar.

No podía ser, no otra vez.

Retumbaba en su cabeza una y otra vez.

Entraron a lo que parecía una tienda, no prestó mucha atención al lugar, sólo observaba el cuerpo de Lexa sobre Ian. Las voces entre ellos eran constantes, aunque su mente no podía analizar nada, sus ojos seguían clavados en el cuerpo inmóvil de la ex comandante.

Observó como Ian tumbó con sumo cuidado el cuerpo de Lexa sobre una cama, tras las indicaciones de una mujer que ya se encontraba en el lugar.

Observó a la mujer con gesto serio, preocupada e incluso con los ojos vidriosos. Podría decirse que hasta se quedó también paralizada.

La observó dar indicaciones tanto a Ian como al guardia, descubriendo que su nombre era Sarah.

La mujer desplegó sobre la cama, donde Lexa estaba tumbada, un paño dónde se podían ver una serie de instrumentales. Alcanzó un pequeño cajón que tras abrirlo descubrió que estaba repleto de pequeños botecitos, recordándole a aquellos que solían llevar los sanadores grounders, tal como Lincoln o Niko.

Inconscientemente y muy despacio sus pies fueron acercándose a la cama, observando todo desde muy de cerca, contempló como el pecho de Lexa aún se movía, por lo que respiró aliviada.

La mujer descubrió la herida de Lexa, observándola con detenimiento tras escuchar lo que había pasado. Cogió un pequeño cuchillo que introdujo muy poco en la herida, casi rozándola nada más. Acercó la hoja del cuchillo a su lengua. En ese momento Clarke lo comprendió.

-Clarke: ¿La han envenenado? (Dijo atrayendo la atención de la mujer).

-Sí. Me temo que sí. (Dijo escupiendo al suelo). –Hay que trabajar rápido, si no... (Contestó haciendo una pausa).

-Clarke: Vamos entonces. ¿Qué puedo hacer? (Su cuerpo reaccionó por completo, cómo si una descarga eléctrica le hubiese atacado directamente, no estaba dispuesta a perder de nuevo al amor de su vida).

-¿Ella es fuerte? –Preguntó la mujer.

Clarke asintió con la cabeza al igual que el resto de acompañantes.

-Entonces necesito que entre todos la agarréis con fuerza. Tengo que limpiar la herida a fondo y no va a ser agradable. Y si se mueve puedo provocarle más daño.

Mientras Ian, Sarah y Octavia se encargaban de impedir movimiento por parte del cuerpo de la ex comandante en brazos, tronco y piernas, Clarke se sentó cerca de ella, agarrando con cuidado su cabeza e inclinando su cuello, ofreciéndole una mejor visión a la mujer.

Fijó sus ojos por completo sobre la mujer y lo que estaba realizando. Se deshizo de la parte de la tela de la camiseta que le impedía acceder a la zona herida.

Observó como echaba un líquido sobre la hoja de un pequeño objeto cortante. Sintió como los ojos de la mujer conectaban con los suyos antes de iniciar su labor.

Realizó un corte leve para tener más acceso a la herida y a la zona afectada por el veneno.

El cuerpo de Lexa apenas se inmutó.

WE ARE WHAT WE ARE  (Español)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora