La Sombra de mi Ángel #1 (Saga Sombras, Grey)

Capítulo 1 || El dolor incrementa

—Te amo, Christian Grey. —Despierto agitado por ese jodido sueño.

Una vez más las jodidas sombras amenazan con joderme la vida. Había olvidado lo agobiante y tormentoso que es esa sensación de miedo e impotencia en un sueño. Querer salvar o huir de aquello que te causa dicha sensación y no poder ya que tu subconsciente te domina.

Me incorporo sintiendo mi cuerpo sudado y tenso. El recuerdo de su muerte me atormenta cada noche. Recordar de esa manera sus últimas palabras es indescriptible ya que el dolor que se instaló en mi pecho fue inmenso. La ira e impotencia por no poder salvarla me supero. Mi cuerpo se sobrecargó y colapsó de manera inmediata.

Al despertar quise creer que todo había sido un sueño, pero la realidad me golpeó nuevamente y no pude hacer nada. Me tocó ser fuerte por mis dos hijos, y guardar el dolor de su muerte en lo más profundo de mi alma. Me convertí nuevamente en ese ser frío y distante que alguna vez Anastasia conoció. Durante meses me distancie de todos, y me refugiaba día tras días en la compañía de mis hijos.

El distanciamiento no duró mucho más, ya que Ted a raíz de la muerte de su madre se encerró en su propio mundo de dolor, obligándome de alguna manera a solicitar la ayuda de mi familia. Ted se aferraba a la fotografía de su madre que permanecía en la pared principal de la sala. Aguardaba silencioso por horas visualizando su cuadro. El mismo cuadro que me fascinó en aquella galería de arte de su amigo José.

Su actitud agresiva me impactó. De sus labios sólo salía la palabra "mamá". Debo admitir que sufrió más su ausencia, ya que Anastasia era quien permanecía muchísimo tiempo con él, y tenía consciencia de ella. Hasta que acudí a una sesión psicológica con John, quien me obligó prácticamente a eliminar todas las fotografías que conservara sobre su madre, ya que Ted podría adquirir el mismo patrón que yo adquirí cuando perdí a mi madre biológica.

La idea de ver a mi hijo en la misma posición que yo me superó. Me aterraba pensar que podría repetir mi historia, y ser preso de ese mundo que se esconde entre las sombras. Jamás me perdonaría que mi hijo conociera ese mundo de mierda, y más aún que creciera con rencor y odio en su corazón por la ausencia de su madre. Los cambios bruscos no fueron bien tomados, pero con el pasar de los meses dieron sus resultados. Hoy Ted se niegan a ver una foto de su madre, al igual que Phoebe, ya que prefieren no revivir ese dolor que por años han luchado por esconder.

Me doy una ducha mientras me visto con un traje gris. Mi mente viaja al pasado recordando que con un traje idéntico conocí a mi nena. Fue ese momento en el que me enamoró desde el primer instante en que nuestras miradas se conectaron. Quizás fui brusco, pero no pasó desapercibido las sensaciones que experimentó mi cuerpo al tenerla frente a mi...

"—Discúlpeme, señor. —Mi cuerpo se calienta por la ira que se da paso por mis venas. ¿Cómo mierda me pasa esto a mí? ¿Justamente hoy? —No fue... —Levanto la mirada, furioso, para que cierre su jodida boca.

Al hacerlo no me arrepiento, frente a mis ojos tengo a la mujer más hermosa que mis ojos han podido ver. Con un tono rosa en sus mejillas y ojos tan azul como el cielo permanece estática conectando su mirada con la mía. La misma denota arrepentimiento y vergüenza. Me repongo rápidamente de las múltiples emociones que me hace sentir al observar fascinado su belleza, adquiero nuevamente mi actitud fría y la miro con dureza.

—No hay disculpa que valga. —Baja su mirada apenada, mientras que con mi pañuelo intento limpiar la mancha de café en mi traje gris.