Capítulo 38 || Especial Ted Grey I

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Observo a papá asombrado por las palabras de Phoebe, sus ojos grises están fijos en mí hermana que me fulmina con la mirada, por primera vez veo sus ojos con ese destello de odio que me eriza cada vello de mi piel.

Sostengo con firmeza la mano de mamá demostrándole que estoy con ella, que no está sola y aunque mi hermana sea de carácter fuerte y obstinada como papá, podrá contar conmigo para mediar entre ambas.

—Bájale a tu temperamento. —La miro con la misma seriedad.

Relaja su expresión un poco para formar una pequeña arruga en su ceño.

—¿De verdad, Ted? —pregunta con incredulidad e indignación—. ¡Estás adherido a la mujer que intenta usurpar el lugar de mamá! —Su tono de voz ha aumentado.

Papá permanece en silencio analizando cada una de sus expresiones. Alterna su mirada entre ambos, deduzco preguntándose si le diré la verdad, si mi hermana podrá con el peso de toda esta verdad que deja mucho a dudar y ahora lo entiendo, Phoebe jamás entenderá esta situación porque yo a duras penas me estoy apegando al amor que siento por mamá para creer, para imaginar que sus palabras son ciertas, que ha sufrido nuestra ausencia sin saberlo, que ha vivido todos estos años bajo otra vida sin tener consciencia.

—Analía no intenta usurpar el lugar de mamá —arquea una ceja con esa mirada penetrante y sarcástica que me exaspera—, solo quiere darle otro concepto de felicidad que nosotros no le podemos proporcionar. —Se carcajea fingidamente.

—¿Otro concepto de felicidad? —espeta con una sonrisa en los labios que nunca había conocido. Sus hermosos orbes grises están con una capa de sentimiento que en su profundidad es intenso y no se inmuta en disimular—. ¿Su concepto de felicidad es tenerlo entre las...? —La voz firme y fuerte de papá retumba por toda la habitación provocando que indirectamente los vellos de mi piel se ericen.

—¡Phoebe! —gruñe de una manera realmente intimidante.

Ambos se miran de una manera que jamás imaginé ver, en papá hay una amenaza implícita, una advertencia ante las palabras ofensivas que Phoebe intenta dirigir hacia mamá; En cambio en mi hermana está latente la tristeza, hay resentimiento y me preocupa que albergue sentimientos tan intensos.

El amor es un sentimiento puro, real, es el sentimiento más vivo y relajante que el ser humano puede experimentar, pero hay otro que lo contradice es el odio. Cada sentimiento, aunque parezca incalculable, lo es. Entre el odio y el amor hay una línea casi invisible que traspasarla es tan sencillo, llegar de uno al otro es tan fácil que cualquiera que los experimente lo haría, pero hay algo que emocionalmente los diferencia y es que en intensidad el odio es más profundo, el odio viola los límites y barreras, alberga más sensaciones y emociones que al acostumbrarte te vuelven adicto, dependiente del mismo por la fuerza con que se desarrolla.

—Mamá no querría esta tonta discusión —musito.

Aprieto suavemente la mano de mi madre, puedo sentir sus emociones, aunque parezca loco siento que estamos conectados de una manera inexplicable.

—¡Mamá no querría a ella en nuestras vidas! —Dirige una mirada cargada de odio y desprecio hacia mamá. Trago saliva con dificultad al verla, lo sabía, odia sin tener consciencia a la mujer que tiene al frente y decirle la verdad sería catastrófico. —Eres tú quien está de más en nuestras vidas, éramos felices sin tu... —La interrumpo abruptamente.

—¿Éramos feliz? —inquiero sintiendo como la furia a su actitud da paso en mí. Jamás he discutido con mi hermana, nunca he violado la línea de cariño, comprensión, amor y unión entre nosotros, pero en estos momentos me siento furioso— ¿Te refieres a ti? Porque a mí no, Phoebe. —Dirige su mirada hacia mí —¡Estás pensando en tus jodidos sentimientos y emociones sin pensar en los demás! —Le gruño.

La Sombra de mi Ángel #1 (Saga Sombras, Grey)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora