La Sombra de mi Ángel #1 (Saga Sombras, Grey)

Capítulo 6 || Espejismo

—¡Phoebe! —grito de manera autoritaria. La tomo por el brazo y la detengo de manera sutil. Los invitados ya empiezan a posar las miradas sobre nosotros. —Ni creas que darás un espectáculo en la fiesta de tus abuelos. —La miro directo a los ojos. Gris contra gris.

—¡Por Dios, papá! —grita furiosa—. Te drogó para conseguir lo que quería. Pudo haberte matado.

Sus ojos parecen cristalizarse.

—Pero no lo hizo, princesa. Estoy aquí. —Se suelta de mi agarre de manera brusca.

No cabe duda que es una Grey.

Inhala y exhala con su mirada puesta en Anabell. La infeliz se encuentra tranquilamente envuelta en una conversación con mis padres y Richard el amigo de papá y abogado en mi empresa.

—Escúchame muy bien, Christian. —Ahora es Mía quien me mira de manera amenazante. —Esa mujer jamás entrara a esta familia. —La observo con el ceño fruncido.

—Deja de decir estupideces —le gruño enojado—. ¿Te parece que escogería a una loca como esa para madre de mis hijos? —Enarca una ceja.

—Y yo jamás lo permitiría. —Todos observamos a Phoebe. —Nadie ocupará el lugar de mi madre. Ni Anabell, ni nadie —dice al borde de las lagrima antes de alejarse en dirección a la casa.

Suelto el aire que estaba reteniendo, por más que quiera ir tras ella debo darle su espacio.

Observo a mi sobrina ir tras ella.

—Escúchame bien, Grey. Detienes todo esto de una vez y por todas, o tendré que ensuciarme las manos por ti. —La miro sin comprender, pero ella no me da tiempo a replicar porque da la vuelta y se va...

—Nos salió agresiva la hermana. —Fijo mis ojos en Elliot, pero él está concentrado mirando a mi hermana con el ceño fruncido.

—Esto debe tener un fin, pero no será hoy. No arruinare la fiesta de nuestros padres —musito exasperado.

—Y yo que estaba feliz por ver a mi hermana animar la fiesta —exclama con burla.

—Pensé que con los años cambiarías. —Niega con una pequeña sonrisa.

—Los años no arruinaran ver mis días de manera diferente. Con todo lo que tengo que pasar, prefiero convivir con mi sentido del humor. —El hijo de puta plasma una sonrisa en mis labios.

—Por cierto. ¿Cómo la llevas con la demanda que te impuso el sindicato? —Bufa restándole importancia.

—Hable con el presidente y le explique los hechos. El imbécil de Roger fue quien le llevo documentos falsos alegando que mi empresa no le pago la indemnización, y para colmo denuncio que no contamos con las medidas de seguridad necesarias y exigidas en nuestras obras. —Abro los ojos como plato.

—Son acusaciones fuertes. Esto podría perjudicar a tu empresa. —Niega con una sonrisa en los labios.

—Aníbal me conoce. Sabe que jamás pondría en riesgo la vida de mis trabajadores. Acordamos hacer una inspección y ya luego anularemos la demanda. —Asiento comprendiendo.

—¿Lograste llegar a un acuerdo con Kate? —Suspira profundamente.

Puedo ver el dolor que le provoca tocar el tema de su próximo divorcio.

—No la entiendo, hermano. Cuando nos casamos podría asegurar que era feliz. Que me amaba igual o más que yo. —Su voz está cargada de esa sensación de tristeza que muchas veces me ha tocado sentir. —Desde la muerte de tu esposa todo cambio. Por un momento pensé que era el dolor de perder a su mejor amiga, pero no, Christian. —Mi pecho se encoje al ver a mi hermano sufrir.