La Sombra de mi Ángel #1 (Saga Sombras, Grey)

Capítulo 45 || Hipótesis

—¿Cómo va? —pregunto luego de concluir la sesión.

John recarga su espalda en su silla.

Ted se encuentra en recepción con Johan y tres de los miembros de seguridad.

—El avance es notorio. Sus pesadillas se basan en el momento justo del accidente. Su subconsciente lo retiene preso en ese mundo donde siente experimentar el dolor del impacto. Al inicio presentó una pequeña pérdida de memoria, donde el bloqueo principal se da horas antes del accidente. No recuerda donde estaba o cómo llegó al auto, e inclusive, porque estaba en aquel lugar. —¡Joder! —Pero aquel hecho ya ha pasado a formar parte de lo dicho, pasado. En estos momentos ha sabido luchar contra aquella sombra. Dice poder dormir y siendo sincero veo en su rostro que es cierto. Su apariencia y expresión corporal ya no es asustadiza. El miedo a conducir aún está, pero él mismo lucha por superarlo —dice con calma y satisfacción.

—¿Se supone que eso debe calmarme? —pregunto escéptico.

Enarca una ceja.

—En lo absoluto, pero te asegura la recuperación completa que está en las manos de tu hijo. —Asiento. —Por ahora todo queda reducido a la suspensión de cualquier medicamento que influya en su proceso de sueño.

Suspiro profundamente.

—Quiero su recuperación completa —musito con firmeza.

—¿Cuándo lograste recuperarte por completo? —pregunta mirando directamente a mis ojos de una manera penetrante. Trago saliva con dificultad.

Bajo la cabeza sintiendo como mi piel se eriza ante aquellos recuerdos. Esos momentos en que creí no tener nada. Ser un cascaron completamente vacío.

—Muchos años —musito casi sin voz.

Levanto la mirada para ver sus ojos claros observarme impasible.

—Entonces permite que la mente de tu hijo también se tome su tiempo. Todo es un proceso y lo sabes, Grey. Nadie deja el miedo de un día para otro. —Concluye con un deje de empatía. Asiento con resignación. —¿Solucionaste todo con tu esposa? —pregunta.

Niego e inmediatamente una sonrisa se instala en mis labios.

—No, pero hace unas horas sucedió algo. Phoebe y mi esposa hablaban sobre el mismo. Mi hija le abría los ojos. —Los ojos de John se abren como plato.

—Está cediendo —asegura con seguridad.

Niego.

—No lo creo. Le Recalco que lo hacía por mí. Entiende que la amo y no me quiere ver sufrir. —Él entrecierra los ojos.

—Lo llevas a la duda, ya me darás la razón. —Pierde interés. —¿Has pensado en analizar el vídeo que le enviaron a tu esposa? —En su voz está esa capa de duda.

—No —digo sin más.

Resopla.

—Me aseguraste que no estuviste con ella, ¿entonces cómo encuentras lógico que en ese vídeo tienes relaciones abiertamente con ella? ¿Se te olvida la clase de padre que tiene? —Ladeo la cabeza y por instinto paso mi mano por mi barbilla pensativo.

Es cierto. No pensé en la posibilidad de un vídeo manipulado.

Estoy seguro del estado de mi cuerpo aquel día. Estoy seguro que no estuve con ella. De ser así, mi cuerpo me la expresaría.

—No había pensado en eso. Creo que la actitud de mi esposa bloqueo cualquier pensamiento que no fuese sobre mis sentimientos. —Asiente.

—Es lógico. Creo que deberías comunicarte con Welch y pedirle que lo verifique. En este estado es un delito la manipulación de información digital, y más, si es utilizada para el desprestigio de otra persona— Dice con evidente enojo y sorna. —Esa mujer necesita que le pares el carro de una manera definitiva y la mejor manera será enviarla de visita al mismo lugar que su padre. —Suspiro profundamente.