La Sombra de mi Ángel #1 (Saga Sombras, Grey)

Capítulo 2 || Olvidar y vivir

—Lo lamento, Anabell, pero tengo documentos importantes que verificar. —Una media sonrisa se instala en sus labios. Estoy en días de estrés, y su presencia me irrita, y más aún, al saber que aprovecha cualquier segundo para insinuarse.

Es tan agobiante verla intentar entrar en mi vida.

—Christian, conozco cuando mientes. —Frunzo el ceño mientras siento como la irritación le da paso a la furia. —Hablé con tu madre y me invitó a la celebración de su aniversario de bodas. —Aprieto los dientes furioso.

Para nadie es un secreto el gusto que siente mi madre por Anabell. Sobre todo, que hace hasta lo imposible, por meterme a esta bella mujer por los ojos, pero estoy muy lejos de permitir que manipule mi vida a su antojo.

—Sería bueno que asistieras. —La incentivo ya que no es conveniente llevarle la contraria.

Me mira con emoción. Su mirada posee un brillo que claramente logro reconocer. Ese mismo brillo lo vi durante cinco largos años en mi nena.

—Por supuesto que asistiré. —Su coqueteo no me pasa desapercibido. —¿Asistieras solo? Tengo entendido que el tema es en pareja. Sería bueno ir juntos. —Su pregunta es sutil.

Contigo no voy ni a la vuelta de la esquina.

Sonrío con ternura sabiendo de antemano quién será mi acompañante.

—Lo lamento, pero iré acompañado de mi hija. —Su rostro se deforma.

Frunzo el ceño al ver un gesto de enojo.

—Por cierto, ¿cómo están tus hijos? —Cambia radicalmente de tema.

Su interés por ellos es fingido.

—Perfectamente. Sobre todo, Phoebe, está feliz por asistir a la fiesta de sus abuelos. —Arquea una ceja.

Su desagrado por mi hija es notorio.

—Pensé que asistirá con algún novio. —El calor se da paso en mi cuerpo.

Se cuál es su juego y no caeré en él. No le pondré fácil verme enfurecer, y mucho menos le permitiré que hable mal de mi hija.

—Te equivocas, Anabell. —Mi voz es calmada, aunque por dentro me estoy conteniendo para no sacarla a patadas de mi oficina. —Mi hija es un libro abierto hacia mí, y créeme, sería el primero en saber si su corazón se abriera a alguien más. —Me pongo de pie pensando en la manera de cerrar está conversación. —Además, Phoebe es una mujer hermosa, y cualquier chico se sentiría honrado por cortejarla. Ella espera su príncipe azul, no sale a buscarlo desesperada, le he inculcado el valor del respeto y dignidad. —Frunce sus labios mientras su mandíbula se tensa.

¡Bien!

Eso te da una idea de cómo te veo en estos momentos.

—Dice mucho de ella supongo. —Se pone igual de pie. —Sólo espero que su actitud de niña buena no sea una máscara que sólo utiliza contigo. —Cuando voy a replicar furioso, el sonido de mi teléfono nos interrumpe.

—Grey— gruño furioso.

La tranquilidad del día me ha sido robada y eso me hace querer desahogar mi furia con cualquiera que se me ponga enfrente.

—¿Estás enojado? —La dulce voz de mi princesa inmediatamente me calma.

—No, princesa —Me apresuro a contestar. —¿A qué debo tu llamada? —Levanto la mirada en el tiempo justo en que Anabell se encuentra a centímetro de mis labios...