—Entiendo que te sientas engañado, hijo —sus ojos no han abandonado la tristeza haciendo que me sienta más culpable—, pero era el único método, no quería ni quiero que odien a su madre...
Me interrumpe rápidamente.
—No podía odiarla, papá. —Mantiene su ceño fruncido. Inclina su cabeza hacia arriba y suspira profundamente cerrando sus ojos. —Me duele que no confíen en mí para decirme la verdad, me conoces papá, conoces el amor que siempre he sentido por mi madre. —Niego con tristeza.
—Lo estás haciendo, Ted, estás dudando. —Me pongo de pie.
—Porque no me han dejado opciones. —Suspiro cansado.
Es igual que su madre, jamás quieren perder un debate o discusión.
—Está bien —musito rendido—. Solo te diré que ha sufrido mucho, fue separada de nosotros igual que... —Me detengo abruptamente sin saber si es el momento adecuado para decirle que tiene un hermano.
—¿Igual que quien, papá? —Miro sus ojos azules.
Es de un azul diferente al de Damon, un poco más claro y empolvado, pero con el mismo brillo, con la misma mirada tierna y comprensiva que caracteriza a mi esposa.
Las palabras del maldito de Trump se cuelan en mi mente. Ha sembrado la duda insinuando que Damon no podría ser mi hijo, he analizado sus palabras y aunque no quise mi mente inició su proceso de análisis de información y tiempo. John dijo que las fechas no concordaban, mi esposa en estos momentos tendría exactamente dieciocho años de su fingida muerte haciendo que el tiempo y la realidad me marquen lo que me niego a aceptar.
En mi interior se ha creado la duda y aunque pueda ser una verdad Damon ocupa una parte de mí que me hace sentir feliz, orgullosos de ver que aquel chico posee el mismo espíritu que yo, querer crecer, depender de sí mismo y demostrarse que puede lograr todo lo que se proponga.
Si esto no es un lazo de sangre no entiendo que es. Siento esa necesidad de protección, posesividad y obsesión por mantenerlo junto a mí. Es un lazo de vida diferente, estar cerca de él me calma, me hace conectarme con mi pasado haciendo que el Christian que mi nena ha forjado salga al estar junto a él.
—Tienes un hermano, Ted. —Un jadeo audible escapa de sus labios.
Lo miro por lo que parecen largos e interminables minutos, está sorprendido y confundido, balbucea palabras que no logro entender, son pequeños susurros que me hacen fruncir mucho más el ceño.
Por un segundo me digo a mí mismo que me he pasado, Ted ha despertado rodeado de las mismas emociones que yo y, si en estos momentos me estoy apegando a la ira que me produce todo lo que han hecho para mantenerme de pie, no quiero imaginar que mi hijo esté lidiando con el dolor para mantener su razón estable.
—¿Un... hermano? —Asiento con cautela.
Su voz es controlada dejándome claro que se siente presionado, las emociones están jugando con su cuerpo y me preocupa que todo esto le provoque alguna alteración.
Desde que despertó no ha sido el mismo. Shang ha comentado que sus sueños han sido bajo control médico, al cerrar los ojos despierta con horribles pesadillas que tuve la dicha de presenciar y fue realmente impactante. Es como si volviera el tiempo atrás y viera mi reflejo en él, sudado, asustado, lidiando contra las sombras de algún recuerdo espantoso que le produjo el accidente.
Se remueve desesperado, despierta desorientado y bajo un grito que me eriza la piel, esos mismos gritos fueron acallados por las paredes de mi habitación cuando sentía que mis sombras me cubrían y asfixiaba en el pasado.
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La Sombra de mi Ángel #1 (Saga Sombras, Grey)
FanfictionUn amor que ha perdurado intacto por los años. La muerte de la mujer que ama lo ha llevado a un continuo sufrimiento de donde no ha podido escapar. Entre tanto dolor y el regreso de sus sombras, se encuentran dos seres que aun en medio de la tristez...