La Sombra de mi Ángel #1 (Saga Sombras, Grey)

Capítulo 44 || Aclarando puntos

Tres días. Tres días en que siento que mi vida ha perdido la luz que despeja mis sombras. Tres días en los que he perdido el calor que apacigua y mantiene caliente mi frío corazón. Tres largos e interminables días en que he estado separado por completo de mi esposa y la sola idea de imaginar perderla me está matando.

Sentir su rechazo me duele de una manera asfixiante. Tenerla cerca y no tocarla me está matando lentamente. He tenido que librar una fuerte batalla entre mi amor infinito y la razón. La amo con mi vida. Anastasia es la única mujer que ha podido sacar mi vida de la oscuridad en la que vivía. La misma oscuridad que siento me está acechando con más intensidad cada segundo.

—Salimos en cinco —murmuro para Taylor. Paso por el comedor bajo la mirada de todos. Una mezcla de ira y tristeza me acompaña este día. Ver las miradas de compasión me hacen hervir la sangre. Entro a la cocina donde la ama de llaves de mi madre prepara la cafetera. Le indico que me sirva una taza de café, para luego regresar al comedor. —Ted— dije llamando al mismo —vendré por ti a la hora de almuerzo, para ir a la cita con John. —Me mira sin comprender.

—Pensé que iría con ma... Analía. —Se retracta rápidamente. Lo entiendo. Phoebe se encuentra en la mesa en perfecto silencio.

—Hoy iré yo. —Cierro el ciclo de preguntas. No estoy de humor para cuestionamientos.

Mis ojos van por un segundo hacia mi hija, quien mira a su madre fijamente para luego volver la mirada hacia mí. Cuando se da cuenta de mi mirada la desvía hacia su desayuno. Suspiro profundamente. Todo está mal. Esa jodida familia ha quebrado la mía de una manera sutil y efectiva. El infeliz ha sabido jugar sus cartas a la perfección. A cada paso que creí avanzaba era una jugada que esperaba para hundirme.

Termino mi café. Le doy un tierno beso a mi madre, para luego salir sin decir una palabra más. Me duele no despedirme de mi esposa, pero es esto lo que ella quiere. Estoy dándole el espacio que quiere y aunque me esté quebrando por dentro, respetaré su decisión.

Al entrar al auto siento la mirada penetrante de Taylor.

—Comunícate con Elliot. Necesito que ambos verifiquen la seguridad del edificio que eligió Damon. El arquitecto me informó de las mejoras. Falta la aprobación. —Asiente.

—No es bueno guardar los sentimientos. —Lo miro impasible. —¿Pretendes seguir con esa actitud distante en lugar de recuperar a tu esposa? —Permanezco con la mirada sobre él sin pronunciar palabra alguna.

Vuelvo mi mirada hacia la ventana hasta llegar a mi destino. El tiempo ha pasado para mi gusto muy rápido y con ello las infinidades de tragedias que acarrea mi vida. El mundo a mi alrededor ha estado sumergido en mi familia dejando todas mis responsabilidades en terceros. Hoy quiero tomarme este tiempo o espacio para verificar mis empresas, recobrar el control de la misma y emplear mi tiempo en nuevos proyectos, sobre todo el de mi hijo.

Llego a la empresa e inmediatamente Ross me pone al corriente de todo.

—Tenemos pendiente mi jubilación. —La observo. ¿Cómo desprenderme de alguien que ha sostenido tu empresa? Mi mano derecha. La única persona a la que le puedo confiar al cien por ciento mi empresa y estoy seguro que me la devolvería intacta.

—Desearía que nunca sucediera. —Su mirada se dulcifica —Eres pieza fundamental en mi empresa, Ross. Alguien que no se puede reemplazar fácilmente. —Una tierna sonrisa se instala en sus labios.

—Me alagas. —Sonrío —Créeme que a mí me duele mucho más abandonar esta empresa que ha sido como mi casa, pero mi cuerpo pide un descanso indefinido. —Suspiro profundamente.