El sonido de mi teléfono me obliga a despertar de este relajante sueño. Abro los ojos, pero mi vista es obstruida por el cabello de mi esposa que se esparce por la almohada y posterior por mi rostro. Definitivamente el sueño era extremadamente pesado que no sentí la incomodidad del mismo. Aunque realmente no me quejo. Hacer el amor con mi esposa es como mi calmante. Una droga personal a la cual soy adicto y me mantiene sereno.
—Grey. —Mi voz es ronca por el despertar apresurado.
—¡Imbécil, despierta! —Elliot—. Me tienes como idiota esperando. Te salvas Grey que es el regalo de mamá, sino te mando a la mierda. —Bufo.
Observo a mi esposa que se remueve rozando su delicioso culo sobre mi miembro que automáticamente despierta.
¡Joder!
El haber pasado días sin poder hacerle el amor están cobrando facturas. Sencillamente lo de la noche no fue suficiente para saciar mis ganas de ella.
Me acerco y dejo un pequeño beso en su cuello el cual está libre y expuesto para mí.
—Espérame ahí. Le haré el amor a mi esposa y salgo para allá. —Un pequeño ronroneo de mi esposa hace vibrar mi miembro.
—¡Maldito, hijo de puta. No te...! —Cierro la llamada.
En estos momentos es de prioridad saciar las ganas que tengo de mi esposa.
Dejo el teléfono en la mesa de noche para volver a su delicioso cuello. Coloco la mano en su cintura en donde la atraigo hacia mí para sentir el calor de su cuerpo. Se remueve levemente invitándome a rozar mi miembro ya erecto por su culo y lo hago. Está completamente desnuda por la actividad sexual de anoche.
—Christian —susurra en medio de un gemido que me enciende mucho más.
Continúo esparciendo besos que alterno con mi lengua por la curvatura de su cuello, bajando a su hombro y posterior por la parte alta de su espalda. Mi mano serpentea por su vientre descendiendo hasta su sexo. El deseo estalla al sentir su mano apretar la mía sobre su sexo el cual está húmedo y caliente.
Retiro mi mano para girarla hasta que su espalda se recargue en la cama. Me mantengo junto a ella observando como abre sus ojos que me arrastran a su profundidad al verlos oscuros y dilatados.
Su cuerpo vibra al sentir el leve roce de mis manos en su seno. Vuelvo la mirada a ellos para ver el rosado de sus pezones incitarme a tomarlo y así lo hago. Cada parte de su cuerpo me desea. Sus gemidos son casi silenciosos. Paso mi lengua por sus pezones degustando el sabor de su piel.
Mi mano vuelve a su posición inicial, su sexo. Mi cuerpo se encuentra en la cúspide de la excitación. El deseo ardiente y vivo ha explotado deseando poseerla con locura. Adentrarme en ella y penetrarla sin límites de fuerza ni tiempo. Su cuerpo se arquea al sentir la invasión de mis dedos dentro de su sexo. La suavidad con que me recibe me saca un gruñido feroz.
Gimo con fuerza al sentir su mano sobre mi miembro ya erecto el cual está cubierto por mi bóxer.
¡Joder!
Su mano sube y baja estimulandome e incitándome a penetrarla con más fuerza por mis dedos. Sus gemidos incrementan encendiéndome. Sus piernas se tensan mientras que su mano aprieta mi miembro de una manera que me obliga a inhalar con fuerza para no correrme al ver cómo su cuerpo se convulsiona por el orgasmo que la envuelve.
—Es delicioso ver como te corres, preciosa. —Sus labios están entreabiertos incitándome a tomarlos. Sin miramientos lo hago mientras me coloco frente a ella removiendo mi ropa interior.
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La Sombra de mi Ángel #1 (Saga Sombras, Grey)
Fiksi PenggemarUn amor que ha perdurado intacto por los años. La muerte de la mujer que ama lo ha llevado a un continuo sufrimiento de donde no ha podido escapar. Entre tanto dolor y el regreso de sus sombras, se encuentran dos seres que aun en medio de la tristez...