Episodio 31: Mí querida Marioneta

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Un mes había pasado ya en la academia Alice. Todo había pasado extremadamente tranquilo, las clases transcurrieron igual, la clase peligrosa seguía con sus controles matutinos, los dormitorios controlaban que todos los alumnos llegaran a las horas acordadas, Bear seguía golpeando a los de curso superior que se metían en su territorio por las noches (Akira tenía que hablar con ellos para que no les digan nada a Shiki-san ni a su tío, a veces hasta tenía que darles dinero), la escuela primaria comenzó a ser protegida por una triple barrera, por lo cual Akira no podía ir a visitar a los niños. Pero a pesar de todo, ni una sola sombra de la OAA, lo que era considerado un alivio.

Akira: -¿Ustedes creen que si hago un torbellino de fuego podría hacerle mucho daño a mi salud?- Pregunto a los dos hermanos frente a ella, los cuales cerraron los libros que estaban leyendo para mirarla extrañada.

Luego de aquel día que Ichirou había sacado el libro que ella quería a su nombre, decidió buscar su tarjeta Id de la biblioteca, pero no la encontró, por lo cual tuvo que hacer otra y pagar 500 rabbits por haber perdido la anterior. Desde entonces, cada vez que sale de clases, se dirigía a la biblioteca y saca algún libro; para luego ir al espacio-tiempo para hablar sobre el tema con Hotaru y Subaru.

Hotaru: -¿A qué viene la pregunta?- Quiso saber, con el semblante serio. Los tres sabían que si Akira conseguía sacarlos del espacio-tiempo, ella probablemente tendría que asumir un castigo en el cual desaparecería, pero desaparecer no era igual que morir, por que una persona "desaparecida" sigue siendo alguien con vida.

Akira: -Uuum...- Se quedó pensativa. –No, por nada.- Dijo finalmente, volviendo a dirigir su vista en el libro sobre su regazo.

Ambos hermanos se miraron confusos, le restaron importancia y siguieron con su lectura. Era normal que Akira hiciera preguntas extrañas por "nada" en especial.

Pero lo que no sabían era que esa pregunta iba en serio, no era por un "nada", era por una idea que había surgido.

Luego de otra hora de lectura, Akira se levantó profiriendo un bostezo, tomo su bolso y se volteó a mirar a los Imai, que le tendieron los libros que ellos estaban leyendo, Akira los tomo y los guardo en su bolso junto a los demás que debía devolver a la biblioteca.

Subaru: -Sera mejor que los devuelvas antes de que anochezca, el camino de la biblioteca no es muy seguro de noche.- Dijo severo mirando a la menor.

Akira: -Lo sé, lo sé. Estaré en mi cuarto antes de que oscurezca por completo ¿Si?- Dijo divertida. Le gustaba ver que ellos se preocuparan de la misma manera que ella lo hacía por ellos.

Hotaru: -Solo te queda un último capítulo del libro ¿Cierto?- Pregunto con calma. Akira asintió. –Asegúrate de leerlo lo antes posible.- Le aconsejo con una media sonrisa.

Akira: -Lo hare.- Dijo devolviéndole el gesto. –Bien, me iré por hoy. Nos vemos mañana.- Se despidió con un gesto de la mano y desapareció de la vista de ambos hermanos.

Sintió aquella sensación a la que ya se había acostumbrado hace un tiempo y cayó tendida en el húmedo suelo del bosque, las hojas amortiguaron su caída, causando que varias de estas salieran disparando en todos los sentidos por el impacto. Se quedó allí recostada observando las inmensas copas de los árboles que la rodeaban.

"¿Y si no encuentro una solución?- Pensó soltando un suspiro de pesar. Cerró los ojos con lentitud, relajándose sobre la suave capa de hojas y escuchando el sonido del viento.

Akira: -Pero yo se lo prometí...- Susurro para ella misma, recordando a su madre, recordando su rostro al haber recibido una señal de los hermanos Imai.

El pasado de mis padres [Gakuen Alice]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora