Amor Escarlata 2° Parte

Antes 4

Al siguiente día nos reunimos Tobi, Kisame, Sasuke junto a su grupo Taka y yo, para hablar de lo que se haría de ahí en adelante.

— Así que, quieres de destruir Konoha— dijo Tobi— pero ¿ has pensado en algun plan?

— Mataré a los ancianos— respondió— no tengo intención de matar a nadie más.

Exactamente lo que yo deseaba.

— Si vas por los ancianos, los demás los protegerán— aportó Kisame— no es tan fácil. Taka aún tiene muy poca experiencia.

— No nos subestimes Kisame-senpai — dijo el de cabello celeste— Aún no hemos terminado nuestro pequeño jueguecito.

—Ya basta, Suigetsu— indicó el sujeto alto de cabello anaranjado, pero de nada sirvió su llamada de atención, pues el de cabello celeste alzó su espada en contra de Kisame.

— Sasuke ¿ Puedes controlar a tus hombres, por favor?— preguntó Tobi mientras detenía el ataque con su brazo derecho.

— ¡Quiero su espalda. La Samehada!— exclamó Suigetsu— esa es la única razón por la cual estoy con Sasuke.

— Haz lo que quieras— le dijo Sasuke— aunque de todos modos no puedes detorrarle, aún.

— Tienes razón, Sasuke— dijo Suigetsu, y luego le habló a Kisame— ya me suplicarás que te perdone cuando haga sopa de tiburón contigo.

— En cualquier caso a Akatsuki le faltan miembros y fuerza— indicó Tobi— tenemos los mismos objetivos. A partí de ahora Taka y Akatsuki actuarán como si fueran uno.

— ¿ Qué ganaremos nosotros?— preguntó Sasuke.

— A los Bijuu.

Desde ya, sabía que eso era una completa farsa. Para el plan final de Akatsuki eran necesarios los Bijuu, no podían simplemente darlos. Pero no dije nada, quería ver como se desarrollaría la situación antes de hablar.

— Son el arma definitiva de chakra— comentó Karin— no está mal ¿ verdad?

— Eres muy generoso— dijo Sasuke a Tobi.

— Aunque si traicionan a Akatsuki morirán todos— nos amenazó el de la máscara— eso también te incluye a ti, Kira.

— No tengo intenciones de traicionar a Akatsuki— le aclaré. Mi objetivo estaba claro y no pensaba cambiar de opinión.

— Akatsuki se ocupará de Naruto— indicó Tobi— y Taka del bijuu de ocho colas. Kira tu irás con ellos.

— Entendido.

Me puse de pie lista para salir a la nueva misión antes de cobrar venganza. Kisame me siguió al exterior.

— ¿ Cómo estas?— quizo saber.

— No es necesario que preguntes eso, lo sabes— respondí sin siquiera mirarlo— Además ¿ ahora te interesa saber cómo me siento?— me volteé a encararlo— ¡Debió importarte cuando te pedí que me dejarás pasar para detener a Itachi! ¡ Debió importarte cuando podías hacer algo!

— Kira, yo sólo cumplí con su último deseo— me dijo con algo de tristeza.

Lo miré enojada. La verdad era que estaba enojada con todo el mundo, incluso mis creencias sobre un Dios se esfumaron ¿ Cómo podría existir un Dios si te dejó morir?

— Toma— extendió su mano y en ella había un sobre— es de Itachi.

— ¿ Qué?— me quedé perpleja.

— No sé lo que tiene— me explicó— sólo me dijo que te la entregara pasados unos dias de su muerte.

Tomé el sobre blanco en mis manos y me quedé mirándolo, dudosa de abrirlo o no.

— En un comienzo Itachi y yo no nos llevamos bien— comenzó decirme Kisame— Escogí hacer grupo con él porque ambos habíamos matado a nuestros camaradas, pensé que quizás me entendería, pensé que estaría de acuerdo con mi visión del mundo: que sobrevive el más fuerte, la ley de la vida. Pero no fue así, él no estaba de acuerdo con mi visión del mundo y me lo dejó claro el primer día... No sólo fue eso, sino que también me enseñó su forma de ver las cosas, me enseñó una infinidad de cosas sobre el corazón humano y sin darme cuenta se convirtió en mi amigo. Itachi fue un gran hombre y me alegra haberlo conocido.

— ¿ Por qué me dices estas cosas?— le pregunté.

— Porque deberías valorar lo que dejó en ti— me respondió— deberías valorar lo que aprendiste de él y cuidar de sus anhelos.

— ¿ Qué me dices tú a mi de "valorar y cuidar" si no fuiste capar de cuidar ni valorar a quien acabas de llamar amigo?

—Itachi era muy difícil de comprender y muchas veces sus ideales estaban lejos de cualquier razonamiento humano— me dijo— pero de algo estoy seguro: la venganza nunca fue uno de sus deseos.

Y con esas palabras, Kisame se despidió de mi. Nunca mas volví a verlo.

Debo admitir que las palabras de Kisame me sorprendieron en buena manera. No había pensado que tu existencia tan misteriosa e incluso inalcanzable hubiera cambiado a tal profundidad ciertos corazones, y al mismo tiempo no puedo dejar de preguntarme: si siguieras con vida ¿ a cuantos corazones más cambiarías? Tal vez, si siguieras con vida, podrías haber logrado tu sueño.

Aquel día guardé la carta cerca de mi pecho y me preparé para partir con el equipo de tu hermano.

— ¿ Por qué tiene que venir a vigilarnos?— preguntó Karin.

—No tengo intenciones de vigilarlos— le indiqué— me da igual si cumplen o no con las órdenes de Akatsuki. Yo sólo quiero venganza.

— ¿ Y tu por qué quieres vengar a Itachi?— intervino Suigetsu— Entiendo a Sasuke que era su hermano, pero tú ¿ Qué eras de Itachi?

Y me quedé sin palabras. ¿ Qué fuimos? ¿ Eramos amigos? ¿ Novios? Ni siquiera tuvimos el tiempo para dejarlo claro.

— Fui y soy una persona que lo ama— decidí responderle porque a pesar de que lo nuestro no alcanzó a tener nombre, no hay duda de que te amé y te amo.

— Yo no dejaría morir a la persona que amo— oí murmurar a la peliroja y de inmediato me enfurecí. No pensé dos veces para hacerla detener y tomarla de cuello.

— Oyeme bien, mocosa— dije con odio— nunca más vuelvas a decir eso o algo parecido si no quieres morir. No voy a permitir que te tomes el lujo de criticarme si no has vivido ni sufrido la más mínima parte de lo que yo lo hago.

Karin comenzó a toser y, en vez de sentirme conmovida o mal por hacerla sufrir, me sentí bien. Quería que se tragara sus palabras.

— Sueltala— me exigió Sasuke poniendo una mano en mi brazo para que soltara a la pelirroja— no debemos perder tiempo en estupideces.

Lo miré con el ceño fruncido. No me agradaba la idea de tener que obedecer sus peticiones, pero lo dejé pasar y le obedecí, principalmente porque tenía razón.