Amor Escarlata 2° Parte

Desde ahora 1

Luego de pensármelo mucho tiempo, tomo una decisión.

Me levanto de la cama, me doy un baño, me visto con vestido blanco que a estas alturas me queda holgado y tomo desayuno.

Recojo unas flores rojas y salgo de mi casa en dirección a la tumba de Itachi. Es la primera vez que voy luego de su muerte, la verdad es que no me gustaba ir a visitarlo porque no me gustaba la idea de imaginarlo pudriéndose bajo tierra cuando sentía que ayer mismo su cuerpo emanaba calidez al abrazarme.

A pesar de que siento que siempre tendré que cargar con el vacío de su ausencia, sé que debo seguir adelante. Eso es lo que Itachi me dijo en su carta, y por él me esforzaré cada día de mi vida.

Cuando llego a su tumba un sentimiento inexplicable me invade al ver lo limpio y arreglado que se encuentra el lugar, transmitiendo la misma paz que transmitía Itachi.

< De seguro fue Sasuke>

Me arrodillo ante la tumba y acomodo las flores para que adornen al resto. Cierro mis ojos y hago una pequeña oración por el alma de mi amado, y además, le dedico unas cuantas palabras en forma de despedida.

<¿Recuerdas la primera vez que nos vimos luego de la masacre ? Lo primero que vi en ti fue aquella fría mirada. Pensé que quizás tu corazón estaba igual de frío que tu mirada porque el corazón se endurece con el paso de los daños y siendo así, quise saber ¿ qué te dañó? ¿ Qué hizo que tu corazón se endureciera? Y por sobre todo ¿ A dónde van los corazones rotos?

Al verte a ti siempre pensé que ser frío es una resistencia, pero habían momentos en que tu frialdad se debilitaba. Me daba cuenta que a veces me mirabas como si tuvieras algo que decirme, pero te contenías y solo me mirabas. En esos momentos tu mirada fría se debilitaba y me dejaba ver cierta calidez. Ahora que ya es tarde me pregunto ¿ qué tenías que decirme? ¿ qué hacía que tu mirada cambiara?

Me costaba creer que el Itachi-kun amable que conocí de niña había desaparecido por completo, siempre tuve la esperanza de que algo bueno quedara en ti. La esperanza es lo único mas fuerte que el miedo, por eso y a pesar de que tu mirada me erizaba la piel de miedo, seguí intentando acercarme a ti, quise descubrir el misterio de tu existencia.