Kakashi
Cuando conocí a Kira sabía que se convertiría en una de las personas más importantes en mi vida. Su constante ternura disfrazada de frialdad y dureza, me causaban gracia. Su personalidad tan sincera y bondadosa me terminaron por convencer de que, pasara lo que pasara, estaría a su lado apoyándola como su amigo.
El primer día que entró en el escuadrón ANBU lo primero que pensé de ella es que no debía estar allí. Lo admito, la juzgué mal...pensaba que no tendría la fuerza física ni emocional para soportar todo el peso del equipo ANBU, pero me equivoqué rotundamente. Ella fue quien, en muchos momentos, mantuvo la cordura y humanidad dentro del equipo. Estoy seguro que gracias a ella y su pensamiento tan peculiar, a muchos de los que conformamos aquel equipo, evitó que nos convirtiéramos en unos asesinos de sangre fría.
Aún recuerdo la primera vez que utilizó su Kekkei Genkai para detenerme de asesinar a unos espías. Ella tuvo razón, al final pudimos sacarles más información que si yo los hubiera matado en seguida. Desde ese entonces me surgió un gran interés en su habilidad y sobre todo, como era que su entusiasmo no se veía opacado por el dolor de su Kekkei Genkai.
Con el tiempo nos volvimos amigos, Kira y Tenzou fueron mis grandes pilares para recuperarme de todas las pérdidas que tuve en mi vida. No nos veíamos muy seguido, más cuando a mi me reclutaron para ser sensei del equipo 7 y a ella para estar a cargo de la protección del Hokage, aún así nuestro lazo nunca de rompió.
El día que la volví a ver me di cuenta de todo el tiempo que estuvimos separados, pero sobre todo, me percaté que incluso con el paso del tiempo mis sentimientos hacia ella no cambiaban, cada día la iba queriendo más... por eso me dolió que Tsunade la enviara a aquella misión tan peligrosa, sin embargo, sabía que no había forma de hacerla cambiar de opinión y que se negara a ir. Kira siempre ha sido testaruda.
Cuando se fue en aquella misión jamás pensé que volvería a verla, no es que no confiara en su fuerza para vencer a Akatsuki, era más bien una corazonada de que la próxima vez que la viera, nada volvería a ser igual. Y así fue.
El reencuentro en aquel bosque me tomó por sorpresa, mucho más verla usar las ropas de Akatsuki. Estaba feliz de verla, pero esa felicidad se esfumó al ver su rostro tan preocupado.
< ¿ Qué es lo que la atormenta tanto?> fue lo que pensé.
Me quedó bastante claro cuando me comenzó a cuestionar sobre el Sharingan. Ella estaba preocupada de Itachi, y no era solo eso...la calidez en su voz al mencionar su nombre y el brillo en sus ojos me decían que se había enamorado.
< ¿ Cómo pudo enamorarse de él, precisamente de él?> Me enfurecía el hecho de que se enamorara de alguien tan contrario a sus ideales de vida, pero ¿ qué podía hacer si ella lo defendía con tanta desesperación? Me llamó la atención su actitud ante las acusaciones que Naruto le hizo ¿Era posible que Kira estuviera siendo malipulada? No, estar a favor de Itachi era una decisión completamente libre, igual que estar a su lado y la decisión de no volver a Konoha.
La había perdido.Contrario a mis sentimientos decidí apoyarla en su camino y la dejé irse tras Itachi. Si eso era lo que la hacía feliz, estaba bien por mi.
Tiempo después supe la verdad de Itachi y todo cobró sentido. Kira tenía cierta debilidad ante el dolor de las personas. Muchas veces fueron las que la vi acercarse a personas en agonía, tan solo para disminuir el dolor de sus muertes. Supe, en ese instante, que Kira haría todo lo humanamente posible para ayudar a Itachi, por eso no me sorprendí cuando vino en busca de ayuda por Lady Tsunade. Lamentable, los esfuerzos no fueron suficientes.
Con la muerte de Itachi una parte de Kira también se fue. Ella se estaba apagando poco a poco y por más que me esforzara en hacerla sonreír, nada daba resultado. Todo parecía en vano.
Esa noche que estuvo a punto de acabar con su vida, fue decisivo. Esa noche, por primera vez, sentí que se dejó ayudar. Decidió apoyarse en mi para salir de aquel precipicio por el que estaba cayendo y fui feliz de poder ayudarla. Kira estaba comiendo y dejando de infligirse heridas, estaba empezando a vivir.
El día en que Kira me dijo que deseaba que yo fuera quien permaneciera en su vida, estaba feliz. Pensaba que por fin podría entregarle todo el amor que estuve guardando durante tantos años, pero su mirada no me convencía.
Los ojos de Kira siempre han sido trasparentes en cuanto a sentimientos y cuando estaba con ella podía ver cuanta ternura reservaba, cuanto amor tenía para dar y cuanta nobleza había en ella, pero esa parte no fue la que me correspondió a mi. Por eso cuando Itachi volvió, sabía que lo mío junto a Kira no duraría.
Dejé pasar unos días antes de hablar con Itachi respecto a Kira, anhelaba que ella tomara la decisión...pero nunca lo hizo. Ella no quería dañarme, sin embargo, yo no estaba dispuesto a seguir en esa situación.
Lo peor de ser un segundo amor es eso, ser el segundo. Todos dicen que nadie supera al primero. Mi mayor miedo desde que supe su historia con Itachi, fue que tal vez ella nunca lo superaría y yo no quería ser el reemplazo a su primer amor.
Mil veces me dijo que era conmigo con quien deseaba estar y mil veces la vi romperse la cabeza por el primer amor, eso lo aclaraba todo.Cuando hablé con Itachi me percaté de su dolor ante la situación que estaba viviendo con Kira, éramos tres. Le conté todo el sufrimiento que él le causó a Kira y le advertí que jamás se lo perdonaría, pero le dije también que él era el único capaz de sanar aquella herida.
Le dije a Itachi sobre el cumpleaños de Kira y le pedí que cuidara bien de ella. Él lo prometió...
— ¿ Puedes explicarme por qué hiciste eso? — Tsunade aún no cree posible que haya dejado ir a Kira— ¿ Es que no la amas?
— Si, la amo— indico— pero yo no puedo hacerla feliz. Él sí.
Tsunade frunze su ceño y bebe otro trago de sake.
— Admiro tu desprendimiento— murmura.
— Ella nunca me perteneció.
Lleno un vaso con sake y lo bebo. Esta noche y todas las que siguen serán más largas de lo habitual a causa del dolor, pero no es algo imposible de superar con el tiempo. Todo se vuelve irrelevante con el paso de los años, con el paso de la vida.
— ¿ No la odias siquiera?— la voz de Tsunade es rasposa a causa del alcohol.
— ¡Itachi-kun, mira!— la efervescente voz de Kira me obliga a mirar por la ventana del recinto. La veo sujetando la muñeca de Itachi y sonriendo animada. Se ve llena de vida, ha recuperado lo que la hace brillar y eso me es suficiente para ser feliz— ¡ esa tienda se ve buena!
— No— respondo volviendo a mirar a Tsunade— lo más fácil es culparla a ella, pero no es su culpa. Todos nos equivocamos en nuestro intento de alcanzar la felicidad. Nos dañamos mutuamente, es parte de la vida, una forma de enseñarnos a perdonar y aceptar nuestras falencias como seres humanos.
— Eres demasiado bueno— murmura Tsunade, dando paso a una larga conversación.
ESTÁS LEYENDO
Amor Escarlata 2° Parte
Fiksi Penggemar¿ Donde comienza o donde termina una historia? Siempre creí que el amor todo lo podía, pero estaba equivocada. A veces el amor no es suficiente. Me di cuenta que tal vez no importa cuanto ames. Ellos pueden deslizarse como agua entre tus dedos. Por...