2 días después...
#MENSAJE#
Hola linda, espero que estén listas para pasar uno de los mejores días de tu vida
#MENSAJE#
El brócoli no había dejado de mandarme mensajes uno en la mañana y otro en la noche, de vez en cuando mandaba uno por la tarde los cuales yo solo contestaba con un "déjame en paz cabeza de brócoli". Isa también iría hoy a donde sea que nos llevarían, ella estaba súper feliz no dejaba de hablar de eso, los dos malditos días. En cuanto a Dan el... pues el solo comento algo que no entendí y ya no dijo nada, el había salido con sus amigos los cuales no veía hace mucho. Tom se burlaba de mi desgracia pero a la vez decía que nos envidiaba porque pasaríamos una tarde con cinco bombones cuando él dijo eso yo solo hice una mueca de asco, aunque la verdad no estaban nada mal pero el solo hecho de que fueran unos creídos lo cambiaba todo.
-bien chicos recuerden que el trabajo lo quiero para antes del examen- dijo la profesora de matemáticas.
Todos salimos del salón, nosotros tres caminamos a nuestros casilleros, saque mi patineta y mi suéter, ya que comenzaba a hacer frio y no se me ocurrió traer algo mas para abrigarme. Guarde unos libros y cerré el casillero para caminar junto con Tom e Isa a la salida, según el brócoli estarían en una camioneta negra esperándonos al igual que la ultima vez, nos despedimos de Tom y él me deseo suerte.
Isa me hizo subir en la parte de adelante y ella subió atrás.
-hola chicas- saludo el rubio.
-hola- fue lo único que dije durante todo el camino para después ponerme a leer.
Cuando llegamos a la casa la cual era de ellos, bajamos y nos ayudaron con las mochilas, entramos y todo estaba en silencio.
-los chicos no tardan en llegar- anuncio el rubio.
-bien- susurre y vi a Isa y al rubio sentarse yo iba a hacer lo mismo pero el brócoli me lo impidió.
-ven te enseñare algo que te encantara- el brócoli me tomo de la mano sin dejarme contestar y me arrastro por un pasillo largo, nos detuvimos frente a una gran puerta.
-me enseñaras tu colección rara de zapatos- levante una ceja y el sonrió.
-creo que tu amaras esto- abrió las dos puertas y me hizo entrar.
-oh por dios- susurre.
Estábamos como en una biblioteca era enorme había libreros por todos lados, también tenía un sofá junto a la ventana era como el lugar perfecto para ponerte a leer y que nadie te molestara, si yo tuviera uno de estos en casa sería feliz.
-te gusta- volteé a verlo y él se rascaba la nuca nervioso.
-esto es... asombroso- sonreí feliz y camine lentamente hasta uno de los libreros de madera, pase mi mano por los libros como si fueran cristal y se pudieran romper -estas tratando de comprarme- entrecerré los ojos y el negó, yo volví a ver todo a mi alrededor.
-sabia que te gustaría- lo escuche atrás de mi –cuando te vi tan atenta a lo que leías, y no ponías atención a tu alrededor, creí que este lugar te fascinaría- volteé a verlo –eres la primera que entra aquí.
-porque.
-digamos que nosotros no somos muy fans de los libros aparte de que no tenemos tiempo- se encogió de hombros.
-no hablo de eso- suspire –hablo de por qué me enseñas todo esto- me cruce de brazos.
-aaaa- rasco su nuca nervioso –pues es solo tómalo como un adelanto para que aceptes ser nuestra amiga- sonrió y yo entrecerré los ojos y me di media vuelta para seguir observando el lugar.
-si yo tuviera un lugar así nunca saldría de aquí- reímos.
Cuando el rio descubrí que se le formaban dos hoyuelos en las mejillas, y que si no se comportaba como un idiota, coqueto empedernido, con un ego más grande que la muralla china, podía hasta caer bien.
-si quieres puedes venir cuando quieras- sonrió de lado.
-enserio- abrí los ojos sorprendida y el asintió, y eso fue como un detonante para mi, amaba los lugares con cientos de libros y que él me haya dado el pase libre a este lugar fue lo mejor–aaaaaa- grite feliz –gracias, gracias- corrí y lo abrace por el cuello, el tardo en corresponderme el abrazo pero lo hizo lentamente pasando sus manos por mi cintura y levantándome del suelo ya que él era más alto que yo.
-creo que tu lo aprovecharas mejor que nosotros- susurro en mi oreja y me dio escalofríos, su voz era más ronca y más lenta.
-ya estamos aquí- escuchamos un grito y nos separamos por el susto, creo que mis mejillas estaban sonrojadas, el me veía sonriendo mostrando sus hoyuelos.
-lo siento, fue la emoción- reí nerviosa y acomodando mi ropa.
-no me molesta- rio –al contrario me agrada- se encogió de hombros –tal vez podríamos tratar de ser amigos- susurro sin dejar de verme.
-mmm no lo sé- dude y ahí estaban otra vez mis dudas con respecto a la confianza –por que querrían ustedes unos famosos ser amigos de nostras unas chicas normales, bueno de una chica normal y una loca- hice una mueca –para aclarar yo soy la normal- el rio.
-no lo sé, tal vez porque nos agradaron desde que las vimos, no son como las demás chicas- se encogió de hombros –vamos, no pierden nada.
-quieres decir de esas que gritan hasta reventarte los tímpanos, esas que se desmaya por aunque sea una mirada de ustedes y que tienen miles de posters de ustedes en sus habitaciones, porque déjame decirte que la única que es así es mi hermana e Isa- dije divertida.
-no hablo sobre eso- giro los ojos –sabes a lo que me refiero Alex
-como sabes mi nombre cabeza de brócoli- entrecerré mis ojos.
-tu hermana me lo dijo, además ya te he dicho tu nombre otras veces.
-oh cierto- susurre.
-porque me dices cabeza de brócoli- frunció el ceño.
-porque pareces uno- sonreí.
-y que dices quieres ser nuestra amiga- estiro su mano.
-si digo que si puedo venir a este lugar- el asintió –bien entonces si- sonreí y estreche mi mano con la de él.
Salimos de ahí y él me guio hasta donde era la cocina ahí ya estaban todos, habían triado pizza, comimos mientras nos preguntaban cosas a Isa y a mí, y creo que al fin me aprendí sus nombres, el morocho era Zayn, el rubio Niall, el castaño ojos cafés Liam, el de ojos azules y risueño Louis y el brócoli era Harry pero me gusta más cabeza de brócoli.
Louis dijo que fuéramos al patio ya que ahí podíamos andar en patineta y quería que le enseñara algunos trucos, así que todos salimos estuvimos un rato patinando y riendo nunca creí que me la pasaría increíble con estos cinco chicos, mi amiga se la pasaba muy juntito con el rubio, se echaban miraditas coquetas.
Tuvimos que parar con la patineta ya que me había cansado, estábamos en una ronda parados en el jardín, Liam había ido por mas sillas ya que faltábamos Louis y yo, el frio se podía sentir más y yo solo tria el suéter, me abrace para ver si así podía darme un poco de calor. Sentí a alguien detrás de mí y volteé.
-ten linda- Harry me extendió su chaqueta, la cual le había entregado la vez pasada.
-no gracias así estoy bien- trate de no temblar por el frio.
-vamos póntela o te enfermaras y no podrás venir a disfrutar de todos los libros que hay aquí- susurro sonriendo.
-aaagh, bien- bufe y tome la chaqueta para ponérmela, el se acerco y me subió el sierre.
-estas mejor así- sonrió y yo asentí.
Platicamos un rato mas, vi un mensaje que me había llegado de mi madre diciendo que era algo tarde y era cierto, mañana teníamos que ir con la abuela, así que nos despedimos de todos y nos hicieron prometer que volveríamos, Harry y Niall nos llevaron a casa a Isa y a mí, yo le iba a regresar la chaqueta a Harry pero él no quiso, así que otra vez la tenía yo.
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La chica del libro
FanfictionUna chica, Una banda muy famosa, un libro perdido, odio, amor, aventuras y gustos muy diferentes. A ella no le caen nada bien ellos, ni siquiera los soporta, ni su música ni nada que tenga que ver con ellos, lo cual lo hace mas odioso ya que su pequ...