capitulo 40

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~Harry~

Estábamos en Time Square, los paparazis nos rodeaban a Taylor y a mí, todos querían tener la mejor fotografía o video sobre el momento que esperaban todos, tenía que besarla cuando el reloj marcara las doce, durante todos estos días nos hemos estado paseando de la mano por todo Nueva York, yo solo sonreía, pero mi sonrisa no era real, durante estos momento por mi cabeza pasaron todos los recuerdos junto a Alex, su sonrisa, su voz, sus platicas sobre libros, nuestras peleas, todo sobre ella, aun conservaba el libro con el cual nos conocimos, sabía que era tarde y la había perdido para siempre y de la peor manera ella ya no querría saber nada de mí nunca, soy el idiota mas grande.

--4....3...-todos gritaban, sabía que había llegado la hora, volteé a ver a Taylor ella sonreía al igual que yo, sabíamos que había gente viéndonos.

-2...1...feliz año nuevo- gritaron todos, la bese, la bese como si fuera Alex a la que besaba, ella siempre estuvo en mi mente, y mi único deseo era que ella algún día me perdonara por todo lo que hice, y todo por un maldito contrato que tenía que durar por lo menos 4 meses.

Pero al parecer todo esto no iba a ser tan fácil para mí, los chicos siempre estaban hablando de ella, y siempre me recordaban que era un idiota y que me arrepentiría de todo algún día, pero el problema era que yo ya me había arrepentido desde el momento en que no quise creerles que Alex no había besado a el idiota de su amigo.

(...)

~Alex~

-Alex ya guardaste tus cosas en la maleta- pregunto mi madre entrando a la habitación.

-solo me falta guardar algunas cosas mamá- volteé a verla.

-bien recuerda que mañana en la noche nos vamos- salió de mi habitación.

Mañana regresaríamos a Londres, en esta semana había ido a la escuela con Chad para informarnos sobre el plan de estudios y firmar algunas cosas aceptando el traslado, también dimos un recorrido por el campus, el lugar era genial había muchas aéreas verdes con bancas y mesas para que pudieras estar ahí, y su biblioteca era asombrosa.

También estuvimos paseando con los chicos por la cuidad, e íbamos a surfear ya casi lo tenía dominado, después de lo de año nuevo Chad no me beso, solo me abrazaba o me tomaba de la mano, y me besaba en la mejilla o en la frente, nos habíamos hecho muy cercanos en tan poco tiempo, Chad regresaría con nosotros y después solamente él y yo volveríamos a Los Ángeles listos para empezar nuestro año en el campus.

-copito esta suelto- grito mi tía desde abajo.

Copito era un perro san Bernardo de apenas tres meses pero es como un huracán, fue un regalo de mi primo Dan, es una ternura andante pero la mayoría del tiempo muerde todo o va y se ensucia para después correr por toda la casa y tirar cosas, era divertido verlo correr por toda la casa, escuche sus pisadas por las escaleras mientras se escuchaban las puertas de las demás habitaciones cerrarse, reí por eso, ya que copito como le pusieron mi hermana y prima, siempre se metía a las habitaciones y sacaba los zapatos y los mordía o los calcetines. Escuche a copito chocar con algo para después verlo entrar a mi habitación, corrió a donde yo estaba y comenzó a jalarme del pantalón para después irse debajo de la cama.

-copito que buscas- reí ya que lo escuchaba gruñirle a algo –vamos pequeño torpe sal de ahí- me agache y vi que olía una caja, la alcance para sacarla, cuando la tuve en mis manos, me senté en la cama y la observe, era la caja que me habían enviado y que no sabía quién, me levante a cerrar la puerta de la habitación y después regrese a la cama, tome el paquete y comencé a abrirlo, dentro de esta había un sobre y debajo había una sudadera y un libro, también había una pulsera, fruncí el ceño y abrí el sobre.

La chica del libroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora