As Long As You Love Me [Justin Bieber Y Tú]

Cap.33: Juntos.

Había sido la mejor tarde que he tenido en mi vida. Y era solo por el hecho de tener a Justin conmigo.

Entre risas bajamos de la harley, estaba a punto de caminar hacia la puerta de su casa, pero sus brazos atraparon mi cintura y sus labios comenzaron a atacar mis mejillas hasta que ambos tropezamos y caímos en el césped de su jardín.

-Este no es lugar, nena -dijo en un susurro.
-¿Para....? Oh, ¡Bieber! -grite sonrojandome.
-Nunca dije para que. ¡Mal pensada! -río.

-Vamos a dentro.
Dejo un beso en mi frente y  ayudo a levantarme.

Al parecer la casa estaba desierta. Sólo para nosotros.

-Te he dicho lo hermosa que te ves cuando te sonrojas -pellizco mi mejilla.

Le aparte la mano e incline mi cabeza porque me había vuelto a sonrojar.
Poso sus dedos en mi barbilla y levanto mi rostro hasta cruzar nuestras miradas.

-Tienes que acostumbrarte a mis halagos, nena. Eres hermosa. Y eres sólo mía.

Sonreí. Su mirada bajo a mis labios al igual que la mía a los suyos. Sentí que me perdía en su mirada, en esos ojos mieles ¡Hermosos! Esos que tanto amo.

Tome su rostro en mis manos y me puse de puntillas con la sola intención de besarlo toda la noche.
En un abrir y cerrar de ojos sus labios se estrellaron contra los mios en un movimiento lento, suave, lleno de amor.
Abrí los ojos por un momento y lo mire.

¡Dios mujer, este hombre te ama!.

Vi en su rostro todo el amor que él me tenia, la sutileza que tenia al besarme. Ni siquiera puedo explicarlo, porque...no sabía exactamente lo que vi, solo sabía que era hermoso y algo que jamás había tenido.

Me sentí la persona más afortunada del mundo. Y la sensación hizo que una lágrima resbalara por mis mejillas. Eso y el hecho de alejarme de todo lo que quiero.

El se detuvo al sentir el liquido en su piel y me miro confuso.

-¿Que pasa ________? -estaba preocupado.
Calle por un instante, para luego responder:

-Sólo... Solo besame Justin -suspire, y lo acerque de nuevo a mi.

Sus labios se estrellaron contra los mios, pero esta vez no tenía la intención de parar. Sentí como sus manos apretaban con mas fuerza mi cadera, toque su cabello y me aferre más a él por la intensidad del momento.

Sus manos subían y bajaban por mi cintura, hasta que bajaron lentamente hasta mi trasero, causando un hormigueo que me robo el aliento por unos segundos.

Su lengua rozó la comisura de mi labio inferior pidiendo la entrada; la acepte gustosa y nuestras lenguas se encontraron, luchando por el dominio total.
Mis manos viajaron de su cuello, a su cabello, y luego al cuello de su cazadora.

Y cuando mi espalda se estrello contra la pared, gruñi, mis manos se volvieron puños apretando su ropa.
Acaricio mis muslos para luego levantarme. Automáticamente mis piernas se enrollaron en su cuerpo y el poso sus manos en cada nalga, sosteniéndome.

Comenzó a moverse por las escaleras sin soltarme y subió torpemente tropezando de vez en cuando, yo solo reía sobre sus labios.

-¡Me vas a tirar! -dije riendo.
-No te tiro, confía en mi.
-Confió en ti -le digo sonriendo como idiota. Estoy enamorada ¿Que querían? Jaja.
-Así que si caemos...
-Caemos juntos... -continúe.
-Y nos levantamos...
-Juntos.
-Siempre -dijimos al unísono.

Al haber dicho eso, las imágenes de verme sola en aquel país, sin Justin a mi lado me parecían absurdas y patéticas. Tal vez solo tenia 17 años, pero mi vida nunca sería igual sin él siendo un dolor en mi culo.