As Long As You Love Me [Justin Bieber Y Tú]

Cap.37: ¿Se ha enamorado?

___________POV'S.

-¡Trainor! Es hora -gritaron desde el exterior de la celda en donde me encontraba.

En todos estos días, me he estado preparando mentalmente para este día en especial. Pero se que al entrar por esa puerta me haría mierda.

Todo se volvió una mierda desde que confesaste.

Desganada me levante de mi asiento, y deje que nuevamente esposaran mis muñecas con esa detestable carcacha de metal que me dejaba con una horrible sensación.

Era hora, el día, había llegado mi juicio. Donde me condenarían a pasar unos años en la maldita prisión.

Al salir, podía escuchar vagamente el sonido de los  flashes, y las estúpidas preguntas de los reporteros. Entré a la patrulla ignorando a todos.

(*)

De pronto, parecía que todo estaba en cámara lenta. Cuando las puertas se abrieron me quede helada, y recibí un empujón de la oficial a mi espalda.

Voltee a ver a todos lados, en las bancas, a todas las personas que habían ahí.

No escuchaba nada, estaba en un trance, solo veía las caras de personas, unas tristes, decepcionadas, enojadas y con asco.

A mitad de las bancas se encontraban los chicos, me lanzaban miradas de soslayo que rápidamente apartaban. Pude ver a Jazzy negando con la cabeza, una vez que se cruzo con mi mirada. Vaya que dolió.

Y en la fila de hasta en frente voltee a ver, estaba mi madre, Jesse y mi padre. Dolía tanto levantar la vista y mirarlos. Me costo demasiado, más que cualquier otra cosa que haya experimentado antes. Era como una jodida apuñalada en el pecho ver los ojos hinchados de tú madre, ver el enojo de tú padre y la decepción de esa persona que sin ser nadie para ella te había amado como a una hija.

Las lágrimas se me escaparon, moví mis labios pidiendo un "Perdón" y baje la vista al suelo.

No se ni lo que sentí al verlos, solo se que fue horrible. Era una perra por haberles fallado así, de esta forma, tan...tan...¿Vil? No, estoy segura que es peor que eso, mucho peor.

Ya nada sería lo mismo, jamas recuperaría la confianza de aquellas tres personas. Ni de la única verdadera amiga que me había hecho.
Desde que me metí en este lío, mis padres no dejaban de culpar a Justin a su espalda sobre que yo había cambiado desde que estaba con él.

Así que les conté todo.

Todo.

Ahora siento que me odian, recuerdo cuando les dije todo sobre los asaltos, los planes, mis planes. Mis adicciones, mis estupideces.

Mi padre no paraba de decirme que era la peor hija del mundo, y que porque Dios los había castigado así, llego al punto de negarme como su familia. Lloré. Mierda que lloré. Mi madre trataba de calmarlo pero era imposible, me odiaba. Y odiaba que una criminal fuera su hija.
No lo culpo.

Joder, no hay nada más doloroso que ver como las personas que amas te odian, o se avergüenzan de ti.

Jamás había visto a mi padre llorar y esa vez lo hizo. Y fue por mi culpa.

¡Maldita sea porque tuve que ser así! ¡Porque no le conté a Justin de Thomas, porque no me aleje de él desde el primer día, porque tenia que ser tan terca...PORQUE TENIA QUE SER ESTA MI VIDA!

No importa lo mucho que quisiera alejarme de los problemas, parecía un maldito imán que solo los atrae junto con desgracias.

El juicio había comenzado, pero ni siquiera estaba poniendo atención, ni porque se tratara de mí maldito futuro. Buscaba con la mirada a Justin, pero no estaba en el tribunal. Me odia también ¿Será eso?

Las lágrimas amenazaban con salir, así que tome una profunda respiración para calmar mis estúpidos impulsos por derribarme ante toda esta gente.

Que más da, haz el ridículo ante todos.

Y la hora de hablar había llegado, seguía tan desganada como al principio y en cada pregunta solo asentía y repetía monótonamente "Si" o "No".

-¿Así que se declara usted culpable? -pregunto por cuarta vez el juez.
-Lo he dicho unas diez veces antes, lo tienen en el maldito papel ¿No?.
-Señorita Trainor, mejore su actitud si no quiere que la lleve directo a la celda sin antes llegar a un acuerdo razonable.
Rodé los ojos.

Mi abogado Henry me amenazó con la mirada, así que cerré la bocota y me dispuse a escuchar el resto.

Unos pasos retumbaron, y las grandes puertas de madera se abrieron. Revelando a la persona que tanto moría por ver. Justin.

Y era como si lo mirara de nuevo, como si volviera a conocerlo, ese día en que me pareció tan hermoso volvió como un destello. Me miro y clavo su mirada en la mía, sentí que el corazón se me detenía. Suspire.

-Llega tarde señor Bieber -dijo el juez.
-Lo siento su señoría -dijo avanzando.
-Necesitamos su declaración, me alegra que haya llegado.

Me levante del estrado y fui directo hasta donde mi abogado, para que Justin tomara lugar.

-Cuente su versión de lo hechos, adelante -ínsito el juez.

Él suspiro, pero sus ojos nunca dejaron los mios. Una descarga eléctrica comenzó recorrer mi cuerpo cuando esbozó una ligera sonrisa. Sentí que volvía a la vida.

-Lo único que puedo decir, es que fue en defensa propia señoría. Porque digame ¿Usted que haría por la persona que ama? ¿Se ha enamorado? -aparto su mirada de la mía y la dirigió al juez.

Se puso de pie y comenzó a caminar de un lado a otro.

-Ella -me señalo -Me salvo la vida. No entiendo porque ahora esta siendo juzgada sí sólo me salvo. Ese maldito era un criminal, ella no lo es...
-Señor Bieber, solo le pedimos su versión de lo ocurrido -interrumpió el juez.
-Esto forma parte de la historia.

El juez asintió, y Justin continuo hablando.

-...yo sólo iba dispuesto a golpearlo. Pero él me secuestro, me golpeo e incluso intento matarme, hasta que ella llegó.
Sólo pido que piense bien la decisión, y que yo estoy dispuesto a tomar su lugar, aunque se que eso no es posible. -fijo sus ojos en mi de nuevo -La amo.

-Bien señor Bieber, ha sido suficiente, gracias.

Justin se quedo unos momentos inmóvil, y yo no sabía que hacer.
Comenzó a caminar hacía mí y de un momento a otro sus labios se estrellaron contra los mios, sus dulces labios. No importaba que el juez estuviera gritando que nos alejáramos porque no podía, sería un completo pecado alejarme de los labios de este chico que pasara lo que pasara siempre sería mio.

Era como si todo desapareciera, como su no estuviéramos aquí, como si no tuviera mis manos atadas, como si todo esto fuera un mal sueño. Sabía que esto era lo que quería para siempre, lo quería a él, pero ahora era nula la posibilidad de estar juntos y seguir con nuestras vidas.
Porque.. ¡Dios! Amaba a este hombre, y lo quería conmigo para siempre, aunque sonara egoísta no me veía sin él. Y tal vez nunca lo haga.

Tenía miedo. Mas bien tengo miedo.

Tengo miedo de que él no me espere, porque ¿Quién esperaría a alguien por casi 5 años? Es una locura, tengo miedo de salir de ese asqueroso lugar y verlo a él feliz siguiendo su vida, o lo que era peor, no verlo jamás.