Angel (Min Yoongi) ~Terminada~

Capítulo 13

- Y dime Hoseok, ¿estudias o trabajas? -pregunté mientras nos dirigimos a mi casa-

-No es exactamente un trabajo, pero soy parte del underground.

-¿En serio? -dije sorprendida- no pareces de esos chicos.

-¿Y cómo son "esos chicos"? -rió, haciendo comillas con los dedos-

-Bueno pues... Ya sabes, chicos malos y rudos -contesté nerviosa- lo siento, creo que he quedado como estúpida estereotipando -rasqué mi cabeza-

-No te preocupes -desordenó mi cabello- eso es lo que todos piensan, pero no es así. Casi todos somos muy buenos chicos, algo alborotados, pero jamás hacemos algo malo -me sonrió- ¿Qué te parece si un día te llevo? -dijo emocionado- 

-¿Qué te hace pensar que aceptaré? -lo miré extrañada-

-No sé, creí que era una buena idea -pude ver que se decepcionó un poco- No estaba de más preguntar -se encogió de hombros-

-Yo también creo eso -sonreí levemente, animándolo- Acepto ir contigo.

-¡Eso suena genial!. ¿Te parece bien este sábado? -aplaudió-

-¿Ya? ¿Tan rápido? -manifesté mi gran sorpresa-

-Claro, a menos que no quieras. ___, no te estoy obligando -alzó ambas manos en símbolo de rendición-

-No hay problema, pero con la condición de que voy a ir con mi mejor amiga.

-¡Por supuesto!

-Bien, entonces este sábado será!!

-Gracias, ___ -me abrazó-

Ese abrazo me tomó por sorpresa que ni siquiera le respondí, pero por la hiperactividad que se cargaba Hoseok no pareció darse cuenta. Sólo me quedó sonreirle y seguir caminando, respondiendo a las preguntas que este me hacía, al igual que este lo hacía conmigo. Me contó lo que normalmente hacía en ese lugar. Decía que rapeaba, bailaba y había compuesto algunas canciones, también de vez en cuando competía. Siempre me había llamado la atención ese estilo de vida, pero nunca me había atrevido a tan siquiera acercarme, mis papás me lo tenían rotundamente prohibido.

Llegamos a mi casa y Hoseok se despidió, prometiendo que pasaría mañana por mí a las 9. Bien, ahora a inventarle una excusa a mamá para que me deje salir a esa hora y convencer a Hyeri que me acompañe, aunque eso no será para nada difícil, ya que a ella le gustan las aventuras.

-Ya llegué -avisé, entrando a casa-

-Estoy aquí -mi mamá gritó desde la cocina-

-¿Qué haces? -me acerqué a ella-

-Cocinando para la cena. ¿Tú que haces tan temprano? -volteó dudosa-

-Me sentía mal así que me dieron permiso. ¿Tienes algo para el dolor de cabeza? -mi mamá buscó entre los cajones y me entregó una pastilla-

-Esto servirá.

-Gracias -me serví un vaso de agua y me la tragué de inmediato- Estaré arriba haciendo mi tarea -informé antes de subir-

Me encerré en mi habitación y marqué el número de Hyeri. Solo dos tonos fueron necesarios porque ya era la hora de salida y ella nunca se separaba de su preciado aparato.

-¡¡Maldita perra!! Sabes lo aburrido que es la escuela y tú me dejas sola -gritó a través del teléfono-

-Pero para recompensarte, mañana iremos acompañando a un amigo a ver la vida underground.