-Un momento que nunca recordarás. Y una noche que nunca olvidarás!- le gritaste a Pietro sobre la musica fuerte de la fiesta. El tenia sus manos en tu cintura bailando contigo como dos locos jóvenes.
-Esto es vida.- dijo el con su acento, giraste sobre tus talones para quedar de frente a el y besadlo con tus manos pasando por su espalda, un beso como de dos personas que se esperaron durante años, como si se quedaran sin tiempo, lo quieren todo el uno del otro, desearían ambos que dejaran de intentar separarlos, lo quieren todo, ambos caminan sobre una cuerda, tratan de llegar juntos a lo mas alto, se sienten rodeados de payasos y mentirosos.-Quiero todo de ambos¿Como podemos atraparlos?-
- Podemos atraparlos corriendo, corriendo, corriendo.- dijiste tomando su mano y saliendo a las calles de la iluminada NY, disfrutando ambos ser jóvenes, al igual que el fuego quemando todo a su paso. Iluminando con su alegría el mundo en un día, era una locura, nadie podía ser como ustedes, de ninguna manera, igual que la magia volaran libres y desaparecerán cuando vengan por ustedes.
-¿No te averguenza que la gente se ria de ti por ser modificada?- soltaste una carcajada COMO SI ESTUVIERAS LOCA.
-A la gente le gusta reírse porque son los mismos siempre, y como veras querido Pietro prefiero que recorramos nuestro propio camino que jugar el juego de los mundanos.- el sonrio y tomo tus manos entre las de el.
-Tú y yo juntos ¿por siempre y para siempre?
-Si amor, ademas ya no tenemos que preocuparnos por nada.- el cambio su expresion y pregunto.
-Nadie quiere a alguien que parece no tener corazón y Estoy sentado tranquilamente sobre mis nuevas cicatrices y Uno nunca sabe a menos que lo vuelve a intentar, ¿estas segura de amarme?-
-Claro que Pietro, Así que tratemos, ven aqui besame.- dijiste dejando que el te envolviera en sus brazos y aprendiéndose cada parte de tus labios.
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Sentiste a Pietro dar una pequeña mordida a tu labio.
-Pietro...-chillaste riendo.
-¿Que? Es que me encanta hacerlo.- ambos sintieron un suspiro alado de ustedes, en un banco, miraron y vieron a Clint y Wanda. Clint se tapaba la boca con una toalla y Wanda sonreía y aplaudía.
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-¿Seré abuelo?- dijo Clint.
-¿Seré tía?- pregunto Wanda.
-¡NO!- gritaron al unisono con Pietro.
-Ahhhhhhh, que mal, vamos nos. Dejemos los haciendo un bebe, pero no vayan rápido...- abriste la boca para responder pero un nuevo beso de Pietro te cayo dejándote sorprendida.
-¿Acaso no lo viste venir?-
-Claro que no Sokoviano.- dijiste saltando a sus hombros mientras te llevaba por la ciudad caminando a paso tranquilo.
Esa era la persona de la que te enamoraste. Pietro Maximoff, el que iba tranquilo por la vida.
