Personaje: Fandral.
Advertencias:Si.
Titulo:Este tiempo aquí me enseño...
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Arropabas a la pequeña niña de cabellos rubios que se dormía abrazada a un oso. Sus cabellos eran testigos de los genes de su padre. Fandral, el asgardiano que salvo México junto al Dios del trueno. Ahora que pensabas estabas con el por un accidente.
Que el Destructor los haya vencido era notable nadie salio herido ni nada por el estilo. Pero estabas concentrada en que el podía haber muerto si no fuera de un simple empujón y un error de tu parte de mostrar te como una agente.
Un suspiro involuntario salio de tus labios. A pesar de que lo amabas lo separaste de su tierra. Su mundo. Aunque el te lo repetía una y otra vez que no era tu culpa sino que su decisión te pesaba eso aun.
La puerta del cuarto de su hija abrió dejando ver a un Fandral con aspecto de cansado que se acercaba hasta ti y terminaba de tapar a la niña.
-¿Terminaste el trabajo?- preguntas te saliendo del cuarto y bajando al salón donde la chimenea emanaba un ambiente tan romántico junto a las velas de Manzana y canela. Juntabas los juguetes de la niña mientras Fandral se tiraba al sillón.
-Si termine por hoy. Eso de dar esgrima es justo para mi.-
Sonreiste y tiraste el ultimo juguete en la canasta. Tu mente no daba mas, Fury te dio trabajo de escritorio por esa semana. Y tu rutina era estar en el escritorio vigilar a la niña y cuidarla.
-Ven sientate conmigo. Se te nota cansada.- dijo el abriendo sus brazos a su lado. Ignoraste ese acto y te sentaste en su regazo acomodandote para descansar. Sus manos se ubicaron a en tú espalda baja. -He aprendido tantas cosas aquí en Midgard.- dijo acariciando tu espalda.
-Ay Mi Fandral... Me siento tan mal por encadenar te a mi planeta.- dijiste levantando tu mirada. Un fuerte impacto que provenía desde la mirada de Fandral ayudo con el ambiente que había a su alrededor. Empezaron con unos simples besos. Con tu manos recorriendo el cuello de y rostro de Fandral.
Un gemido involuntario salio de sus labios al sentir el movimiento de caderas que hiciste sobre su regazo.
-No me hagas esto. Por favor. Sabes que no logro controlarme contigo _______.- te paraste con una sonrisa coqueta.
-Que lastima... Justo hoy que tenia algo lindo puesto.. Dijiste saliendo de la sala mientras dejabas caer el vestido de verano que tenias puesto dejando verte desde atrás con un conjunto de lencería de encaje.
Sabias jugar con la tentación. Ambas eran aliadas.
Al entrar a tu cuarto suspiraste pensando que tu asgardiano logro controlarse. Pero sentiste como sus manos tomaban tu cintura y te apegaba a él. Sentías su piel contra la tuya. No tenia puesta su camisa. Sus labios recorrían deseosos tu cuello y hombros. Dejando rastros de la llama que se generaba entre ambos. Retiro el Clip de tu pelo dejando que este fallera libremente sobre tu espalda mientras se deshacía de tu Brazier. Sus ligeras manos masajearon tus pechos. Esta vez el gemido salio de tu boca al sentir como recorría tu cuerpo y te giraba para quedar ambos de frente.
-Te deseo, y quiero probar cosas nuevas.- dijo cargandote hasta el tocador que estaba a metros de ustedes. Sin dejar de besarte se despojo de la ropa que le quedaba en su cuerpo y en el tuyo. Corto la distancia entre ustedes apegando te su cuerpo. Entrando en ti de una sola vez. Chillate ante la repentina acción y clavaste tus uñas en su cadera y tus talones en sus piernas. Sus manos parecían tocar un piano con la ligereza y suavidad que lo hacían, cada centímetro, cada rose, era una nueva descarga. Al igual que sus labios besaban des prolijamente los tuyos buscando desesperadamente encontrar ese sabor que le gustaba. Sus embestidas ya eran irregulares, su respiración aumentaba y su sudor hacia que su cabello se adhiera a su frente. Buscaste desesperadamente enterrar tus dedos en su pelo al momento que gritabas su nombre y el daba unas estocadas mas para llegar y dejar su rostro en tu hombro.
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Los primeros rayos del sol de la mañana te daban en la cara. Levantaste tu mirada. Tu tocador con todas las cosas en el suelo. Algunas ropas por todo el cuarto.
Fandral dormía a tu lado plácidamente. Lo Tapaste hasta los hombros y dejaste un beso en su frente antes de volver a recostarse tu cuerpo en el colchón.
-Yo decidí quedarme.- dijo el a tu lado. Mientras se acercaba mas a tu cuerpo y pasaba un brazo por tu cintura para atraerte hacia él.
-Ya lo comprendí. Amor.- dijiste reposando tu cabeza en su hombro mientras sonreías.
