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Mis hermanos y yo esperamos en el asiento trasero de la camioneta, todavía un poco adormilados, mientras mamá y papá hablaban con los entrenadores de los equipos que nos llevarían al viaje. Charlaron por alrededor de diez minutos hasta que mamá se acerco a la ventana de la camioneta y nos dijo que el autobús estaba por irse. Bajamos de la SUV, yo me ocupaba de las mochilas y bolsos de mano mientras que mis hermanos sacaban nuestras maletas.

Nos acercamos donde estaba el autobús y nuestros demás compañeros comenzaban a subir. Saludamos a nuestros respectivos entrenadores y después guardamos las maletas en el compartimiento del autobús. 

—Diviértanse mucho — nos dice mamá cuando la abrazamos para despedirnos—, pero también cuídense y pórtense bien. 

—Si mamá — contestamos al mismo tiempo mis hermanos y yo.

—Cualquier cosa, nos hablan al teléfono y acudiremos de inmediato ¿que son solo tres horas de viaje cuando tus hijos te necesitan? — bromea papá. 

—De acuerdo chicos, hora de irnos, solo faltan ustedes — nos dice el entrenador de mis hermanos en el equipo de béisbol.

—Que les vaya muy bien — dice mamá.

Asentimos y comienzo a subir los escalones del autobús cuando escucho que tanto como papá como mamá les dicen a mis hermanos — Cuiden a Charlie, por favor. 

Drew y Spencer bajan a hablar con ellos mientras  que yo subo al autobús y tomo mi lugar. Mis hermanos suben unos segundos después, me ubican en el asiento y después ellos van a la parte de atrás con sus amigos y compañeros de equipo. 

Son como las siete de la mañana, por lo que la primera hora del viaje me la paso durmiendo, después como un poco de la comida que mamá nos preparo para el camino, saco mis audífonos, los conecto al celular y escucho música mientras leo un poco del nuevo libro que conseguí. 

Llegamos a nuestro destino. 

Siempre venimos al mismo sitio, en el mismo hotel. 

Nos registramos y a cada quien le dan la llave de su habitación, yo la comparto con mis hermanos.

Nos cambiamos la ropa y nos vestimos con algo mas veraniego, ya que el clima aquí es muchísimo mas cálido. 

Como al medio día, se organiza una comida con todos los integrantes de todos los equipos que vinimos al viaje. 

Después de la hora de comer, podemos hacer prácticamente, lo que queramos, siempre y cuando avisemos a donde vamos y con quien. 

Dado a que solo estaremos aquí por tres días, mis hermanos y yo paseamos por la ciudad la tarde del primero. El segundo y tercer día ellos se van con sus amigos, mientras que yo me quedo con mis compañeras de equipo. Aunque siempre procuramos cenar juntos. 

El primer día se acaba con una fogata en la arena, a la orilla de la playa, mis hermanos están muy pendientes de mi. 

Yo me despido de todos al rededor de las once de la noche porque siento que en cualquier momento tendré un ataque de pánico debido a que la marea esta subiendo poco a poco. 

Drew y Spencer llegan a dormir varias horas después.

Para cuando me despierto, ellos ya no están, me han dejado una nota que dice que han ido a hacer deportes acuáticos. 

Me baño y me visto con un vestido de flores y unas sandalias de tiras y salgo de paseo con un par de amigas. 

Regresamos al hotel para la hora de la comida donde me encuentro con mi gemelo.

  — Está mañana encontramos un sitio muy lindo que me gustaría que conocieras —  el agua escurre por su cabello, bajando por su rostro debido a que ha salido de la piscina para decirme esto.

  — De acuerdo ¿a que hora quieres que vayamos? —  le pregunto.

— ¿Que tal a las siete? Estaremos aquí un rato más y después iremos a tu encuentro ¿esta bien? 

  — Si, los esperaré en la cafetería de enfrente.

El asiente y después regresa con sus amigos.  

Esa misma tarde me encuentro caminando por el área de la piscina con la mayor velocidad que puedo sin llamar mucho la atención. Me dirijo hacia la cafetería a esperar por mis hermanos y leer un rato. 

De pronto Justin se acerca hasta mi.

  — Hola —  saluda muy efusivo y sonriente.

— Hola—  le digo de vuelta pero escaneo el lugar en busca de mis hermanos. No los puedo encontrar.

— ¿Objetos de valor? —  pregunta.

¿Qué es esto?

— Aquí —   digo señalando mi pequeño bolso, colgando de mi hombro derecho.

  — ¿Tu celular esta ahí dentro? — asiento —  Perfecto —  dice él antes de quitármelo.  

De pronto otro chico se acerca por mi espalda, Justin me gira y coloca sus manos debajo de mis axilas y el otro chico levanta mis pies, entonces lo comprendo todo y el pánico se apodera de mi. 

  — No, por favor no —  pataleo pero ellos solo se ríen y me acercan más a la piscina — ¡Justin por favor no! ¡Te lo suplico! —  siento las lagrimas inundar mis ojos y como mi respiracion se queda atorada en mi garganta —  ¡Justin, no! —  sollozo, pero es en vano.

Ellos cuentan tres y me tiran al agua.  

Y me siento morir.

Voy a morir.

Justin.

No entiendo porque Charlotte se puso tan histérica cuando la aventé la aventamos al agua, solo es una pequeña broma. Veo que lucha por salir a la superficie pero debe de ser porque su vestido se le ha enredado.

Drew y Spencer se acercan a mi, rápidamente. 

  — ¿Ahora quien fue tu victima? —  pregunta  Spencer, su voz esta teñida de furia contenida.

  — Charlotte —  digo, con una sonrisa en mi rostro. 

— Tu maldito imbécil —  dice antes de lanzar su puño contra mi rostro, en el mismo instante que Drew se tira al agua.  

El menor de los Thompson saca a Charlotte del agua, Spencer ya se encuentra en la orilla de la piscina y la toma en sus brazos. 

Todo el ambiente se ha apagado. Ya no hay música, ni risas, ni nada. 

  — Todo está bien, tranquila, respira, aquí estoy contigo —  le dice Spencer a Charlotte mientras ella solloza entre toses en su pecho. Pero ella niega y él se ve frustrado —. No quiere conmigo — le dice él a su hermano. 

Por lo que ambos se ponen de pie, Spencer aun lleva en brazos a Charlotte, pero es Drew quien se acomoda en un camastro para después sostener a Charlotte. 

— Charlie, Charlie, respira, tranquila, todo esta bien, ya estas afuera —  le dice Drew, tomando el rostro de ella en sus manos. 

   Charlotte comienza a calmarse, pero no deja de sollozar.

  —Es hora de ir a casa —  le dice Drew  a Spencer y el asiente. Toma el bolso de Charlotte y saca su móvil,  se aleja unos cuantos pasos para hablar y después regresa. 

  — Vienen en camino.

Yo aún no entiendo nada. 

— ¿Qué es lo que esta pasando? —  pregunto, estupefacto.  

  — Lo que pasa, maldito idiota —  dice Spencer con furia —  es que lanzaste a nuestra hermana menor a la piscina sin tomar en cuenta que ella le tiene miedo al agua. ¡Cinco segundos más y ella muere ahí dentro maldito estúpido!  

  — ¿Qué?

  — Solo aléjate maldita sea —  grita Drew —  ya hiciste lo suficiente.  

 

Dime Algo Sobre TiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora